En 2003, la UNESCO declaró las Misiones de la Sierra Gorda de Querétaro como Patrimonio de la Humanidad. Construidas a mediados del siglo XVIII, estas Misiones fueron mucho más que simples edificios, pues consolidaron un sistema que se estableció desde dos siglos atrás para administrar ciertas zonas del ‘nuevo mundo’. Por supuesto, la evangelización era uno de los ejes fundamentales, sobre todo en la región de la Sierra Gorda de Querétaro, que desde el inicio supuso un dolor de cabeza para la Corona Española, pues los chichimecas jonaces y los panes se resistieron fervientemente al sometimiento.
Enclavadas entre imponentes valles y serranías en las que los paisajes naturales varían drásticamente de un punto a otro, visitar estos sitios supone un reto incluso en el siglo XXI, pues la carretera está repleta de curvas que serpentean por caminos no aptos para quienes se marean fácilmente o que le temen a las alturas. No obstante, el camino lo vale, pues las Misiones de la Sierra Gorda de Querétaro son un tesoro histórico y arquitectónico invaluable, una labor creadora conjunta de los indígenas y los misioneros, cada una con su propia identidad, pero elementos comunes como capillas posas y atrios con una cruz ricamente ornamentada al centro. Son solo cinco, y definitivamente ameritan un road trip en tus próximas vacaciones.
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Santiago de Jalpan
Iniciamos el recorrido por las Misiones de la Sierra Gorda de Querétaro en el Pueblo Mágico de Jalpan de Serra, a poco más de tres horas de la capital del estado. Se trata de la primera Misión construida en la zona —entre 1751 y 1758—, y la edificación de este templo corrió a cargo de Fray Junípero Serra, de quien deriva el nombre a pesar de que está dedicado al apóstol Santiago, el símbolo de la defensa de la fé. En el primer cuerpo de la fachada se observan las figuras de Santo Domingo y San Francisco, así como el escudo de la orden franciscana, mientras que en el marco interior de la puerta se ubican las figuras de San Pedro y San Pablo, simbolizando los pilares de la iglesia católica. En la parte inferior de la fachada, todavía se puede apreciar el águila bicéfala hispano-mexicana.
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Santa María del Agua de Landa
Ubicada a solo media hora de Jalpan, Landa fue la última Misión en establecerse en la zona. Está dedicada a la Virgen de la Inmaculada Concepción y su fachada es la más ornamentada de todas las Misiones en la Sierra Gorda de Querétaro. Consta de tres cuerpos ricamente decorados con representaciones de personajes bíblicos como San Miguel Arcángel y los santos franciscanos, las cuales conviven con imágenes autóctonas de sirenas y figuras con rostros con rasgos indígenas. De hecho, las raíces prehispánicas de las culturas Pames, Otomí y Huasteca de este poblado se mantienen fuertes y vigentes.Aunque el pueblo es diminuto, los paisajes naturales que ofrece son increíbles, pues su nombre proviene del chichimeca y significa ‘lugar cenagoso’.
San Francisco del Valle de Tilaco
En realidad, la Misión de Tilaco pertenece al municipio de Landa de Matamoros, pero este poblado se encuentra a media hora en auto de Landa, y a una de Jalpan, tomando la carretera que va rumbo a Xilitla. Fue construido entre 1754 y 1762, y aunque su fachada es la más pequeña, está llena de imágenes joviales, como un coro de ángeles músicos con violines y guitarras que rodean a San Francisco de Asís, a quien está dedicado el templo.
Nuestra Señora de la Luz de Tancoyol
A solo una hora en coche desde Jalpan, la Misión de Tancoyol está dedicada a Nuestra Señora de la Luz, por lo que la iconografía de este templo habla sobre la misericordia divina. La iglesia se construyó entre 1760 y 1766, y su fachada ornamentada está repleta de elementos tradicionales de los templos europeos, como San Pedro y San Pablo. No obstante, lo que más destaca es su ventana coral, debajo de la cual solía encontrarse la Virgen de Nuestra Señora de la Luz, flanqueada por San Joaquín y Santa Ana. En el remate, una gran cruz triunfal con las cruces de Calatrava y Jerusalén a los lados. En las columnas del interior, sin embargo, predominan los signos indígenas, como el jaguar y un personaje de rasgos olmecas.
San Miguel Concá
Construída entre 1754 y 1758, esta fue la primera de las cinco Misiones en la Sierra Gorda de Querétaro en ser concluida. Se trata de un conjunto integrado por un convento y una iglesia cuyas fachadas de estilo churrigueresco presentan una enorme cantidad de elementos indígenas, como flores, frutas y animales. El templo está dedicado al Arcángel Miguel, pero también podemos encontrar los símbolos del águila y el conejo, que representan al sol y a la luna.
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