Parece ser que cuando se tiene un corazón roto lo único que se necesita hacer es seguir adelante y superarlo, pero existen diversas formas de conmemorar las relaciones fallidas y compartir los aprendizajes que dejan. Hace poco llegó a México el Museo de las Relaciones Rotas, una exposición sumamente sensible que gira en torno a las relaciones fallidas y sus vestigios. ¡Vale la pena conocerla!
¡Disfruten y compartan!
TE PUEDE INTERESAR: 8 de los museos más ‘instagrameables’ de la CDMX
El Museo de las Relaciones Rotas es una exposición dedicada a las relaciones fallidas, buscando ofrecer una oportunidad de creación artística en el desamor, y brindando reconocimiento al proceso emocional que significa terminar una relación. Esta es la segunda vez que se presenta en México, y estará disponible dentro del Museo del Objeto del Objeto (MODO) hasta el 23 de marco de 2023.
La exposición itinerante se originó en 2006 en Croacia, cuando Olinka Vištica y Dražen Grubišić decidieron conmemorar las relaciones fallidas de la misma forma en la que suele hacerse con demás hechos de gran peso emocional–desde matrimonios hasta funerales–, esto a través de la colección de diversos objetos personales que las representen. Se conforma en su totalidad a partir de donaciones, e independientemente de la intención con la que se realicen, muestran diversas facetas de por qué se dejó ir una relación.
TE PUEDE INTERESAR: Conoce este museo súper instagrameable a menos de una hora de la CDMX
Dentro de MODO en la CDMX, el Museo de las Relaciones Rotas aglomera variedad de donaciones realizadas en México, así como muchas más que se han recolectado alrededor del mundo. Esto muestra las diversas formas cómo se vive el desamor a nivel universal, pero reflejando también un patrón emocional. Los objetos se complementan de una breve descripción de su donador anónimo, lo que los hace aún más personales y les brinda un sentido de sensibilidad.
El Museo de las Relaciones Rotasha realizado una gira internacional desde su primera inauguración, y hasta la fecha ha presentado 59 exposiciones en 34 países, creando a la vez una colección evolutiva que continúa construyéndose en cada sitio que visita. Vale la pena conocerlo no solo para apreciar un sinfin de objetos e historias sensibles, sino también resignificarse el fin de las relaciones y entender su patrimonio restante como una oportunidad de creación museográfica.