En las iglesias católicas solemos ver santos en las paredes, cristos crucificados y enormes altares pero, ¿un museo? Así es: la Parroquia de la Sagrada Familia, en la colonia Roma, guarda uno en su interior. Se trata del Museo del Padre Pro, dedicado a la vida y legado de Miguel Agustín Pro Juárez, jesuita y mártir de la Guerra Cristera. En este mismo lugar reposan sus restos, por lo que no solo es un espacio de exposición, sino también un punto de peregrinación y devoción. Incluso si no eres creyente, ofrece un vistazo a uno de los conflictos más intensos entre la Iglesia y el Estado mexicano. Se ubica a solo dos cuadras de la Glorieta de Insurgentes, y es un museo poco común que no esperas encontrar en una iglesia, pero que si disfrutas explorar la CDMX, vale la pena visitarlo para saciar la curiosidad.


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¿Quién fue el Padre Pro?
Para entender por qué tiene un museo, vale conocer quién fue Miguel Agustín Pro Juárez. Originario de Zacatecas y tercer hijo de una familia profundamente católica, desde joven destacó por su alegría, carisma y sentido del humor. A los 20 años ingresó a la Compañía de Jesús, pero la Revolución y la persecución religiosa lo llevaron al exilio: estudió filosofía en España, dio clases en Nicaragua y en Bélgica se ordenó sacerdote. En 1926 volvió a México por problemas de salud, justo en plena Guerra Cristera, cuando los servicios religiosos estaban prohibidos y los sacerdotes eran perseguidos. Él continuó su labor en secreto: vestido de civil, celebraba misas en casas, confesaba, bautizaba y daba la comunión a escondidas. Su ingenio lo mantuvo a salvo hasta 1927, cuando fue acusado injustamente de un atentado contra Álvaro Obregón y fusilado sin pruebas en un acto público. Antes de morir, gritó: ‘¡Viva Cristo Rey!’, lo que lo convirtió en mártir y símbolo de resistencia. Su funeral fue masivo y su figura comenzó a ser venerada.


Qué puedes ver en el Museo del Padre Pro
El museo busca preservar la memoria del Padre Pro y la lucha por la libertad de culto en México. Aquí puedes conocer a fondo la vida de este sacerdote y cómo, pese a las dificultades, nunca dejó su ministerio. La exposición incluye más de 150 piezas entre fotografías, documentos y testimonios que muestran tanto su historia como el contexto de la Guerra Cristera y el atentado contra Álvaro Obregón. Entre las piezas más valiosas está la ropa que llevaba el día de su fusilamiento, incluyendo un suéter, chaleco y saco, así como un pañuelo que, según cuentan, se usó para limpiar la sangre de su frente.


Conoce el museo dentro de una iglesia en la CDMX
Otra de las curiosidades más llamativas es un maletín que se desplegaba para formar un pequeño altar portátil, usado por el Padre Pro para celebrar misas en secreto cuando era un delito. Cabe señalar que en 1988, el Papa Juan Pablo II lo beatificó, reconociendo oficialmente su martirio y su testimonio de fe heroica. Este acto es una de las etapas que la Iglesia Católica establece para la canonización, –la declaración de una persona como santa–. Su vida sigue siendo un ejemplo de valentía y fidelidad a sus creencias en medio de una profunda adversidad. El museo abre de martes a viernes de 10:00 a.m. a 1:00 p.m., y los fines de semana con cita previa. La entrada es con donativo voluntario. Si te gustan los lugares únicos, este es uno que no deberías perderte.
Página: padrepro.com.mx/museo


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