Desde el taco al pastor hasta los de pescado, pasando por los de carnitas o barbacoa, cada tipo de taco es una delicia única. Y no es para menos: siendo uno de los platillos más queridos de México, el taco definitivamente merecía tener un lugar de honor. En Tijuana lo entendieron perfectamente. Aquí se encuentra el Museo del Taco, un espacio divertido que celebra a este platillo con un recorrido interactivo a través de los ingredientes que lo componen y la magia que hay detrás de cada taco. El museo es tan entretenido como antojadizo, y una parada obligada para los amantes de este delicioso manjar.
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El Museo del Taco en Tijuana, una experiencia interactiva
El Museo del Taco en Tijuana nació inspirado por las muchas y variadas taquerías que llenan la ciudad de sabor. Los fundadores pensaron que ‘tanto sabor merecía un museo’, y tenían toda la razón. Se ubica en el centro de Tijuana y cuenta con nueve salas interactivas llenas de diversión. La primera está dedicada al carbón, y se dice que hasta huele a barbecue; aquí aprenderás a prender el asador como un experto para armar una buena carnita asada. Luego, pasas a la sala del maíz, el oro mexicano y la base de todo buen taco. En esta sala, incluso te dan una bolita de masa para que hagas tu propia tortilla a mano. La tercera sala, dedicada a la carne, es uno de los lugares favoritos para tomar fotos, ya que rinde homenaje a la res, sin la cual no existirían muchos de nuestros tacos favoritos.
Un museo para aprender lo que significa un buen taco
Una de las salas más divertidas es la que rinde homenaje al aguacate, porque, al menos en Tijuana, no hay taco sin su buena dosis de aguacate. También está la sala dedicada a la salsa, llena de lámparas de colores intensos que imitan las salsas más populares, rodeada de espejos y con música que te invita a bailar. Otra de las favoritas es la sala de la cebolla, que tiene una alberca de pelotas que simulan ser cebollitas y un juego de cebollitas cambray giratorias en el que puedes colgarte para una foto divertida. También hay una sala dedicada a las taquerías, especialmente a las más famosas de Tijuana, donde te prestan un mandil para que te sientas como un taquero y te tomes una foto cortando el trompo. Y por supuesto, no podía faltar el pasillo de los adobados, con paredes que simulan ser carnitas. Cada sala es una experiencia que te hace disfrutar aún más de lo que significa un buen taco.
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Finaliza tu recorrido con un delicioso taco
Al final del recorrido, tienes dos formas de salir, una más tranquila, tomando el elevador, o la opción divertida, deslizándote por el ‘tobogán del sabor’, que te lanza directamente a una alberca de pelotas. Sea cual sea la salida que elijas, seguro se te hará agua la boca del antojo, pero lo bueno es que justo afuera te espera un comedor gigante con carritos de tacos de todos los tipos: asada, adobada, chorizo, tripas, pollo, suadero, quesadillas, mulitas, volcanes, fantasmas… la variedad de tacos que hace famosa a Tijuana. Puedes disfrutar tu taco en las mesas del comedor o subir a la terraza, donde está la cantina del museo, ahí preparan desde las clásicas margaritas hasta cócteles innovadores inspirados en los sabores mexicanos. El lugar está bonito por donde lo mires. La entrada al museo cuesta $180, y te incluye unos calcetines de recuerdo. Está abierto de martes a domingo, de 1:00 p.m. a 9:00 p.m. ¡Una experiencia que combina sabor, cultura y diversión!
Dirección: Av. Revolución 1317, Zona Centro, Tijuana, Baja California
Página: museodeltaco.mx
¡Tanto sabor merecía un museo!