El concepto ‘del huerto a la mesa’ es cada vez más popular en la gastronomía, pero Olivea Farm to Table lo lleva más allá. En este restaurante de Valle de Guadalupe, los vegetales frescos te llegan directamente a la mesa: la flor, la verdura, la fruta o la especia que se va a usar en tu platillo y el personal te da una introducción de lo que estás viendo. Unos minutos después, te sirven el plato con los mismos ingredientes, ya guisados. Es una forma de conectar con los productos antes de saborearlos. Esta experiencia te permite reconocer los ingredientes principales, además de descubrir cómo en Olivea los vegetales son verdaderos protagonistas y no solo acompañantes. Sin duda, una experiencia culinaria que se distingue entre tantas opciones del Valle de Guadalupe.
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Olivea Farm to Table incluida en la Guía Michelin
Como no podía ser de otra manera, la esencia de Olivea Farm to Table está en su huerto. Los comensales tienen acceso directo a él, donde pueden disfrutar de la belleza de un espacio cuidado y lleno de vida, con coliflores, ocras, betabeles, cítricos, albahaca, cilantro y muchas otras especies. Todo rodeado por majestuosos olivos, que le dan el nombre al restaurante, –Olivea, en su forma femenina, porque los olivos son símbolo de fuerza y longevidad–. El restaurante está a cargo del chef Rafael Magaña y se encuentra dentro de MYA Hotel Boutique, un lugar que comparte la misma inspiración y está abierto a todos, no solo a los huéspedes. Ofrecen comidas y cenas, con la experiencia de la temporada, así como opciones vegetarianas. Lo más increíble es que, con solo tres meses de apertura, fueron incluidos en la Guía Michelin.
La naturaleza en la mesa es la esencia de Olivea
Aunque el menú cambia cada mes, adaptándose a lo que la tierra ofrece en ese momento, te compartimos algunas de las delicias que descubrimos en Olivea. A la mesa llegaron unos hermosos persimos de un naranja vibrante, junto con flor de borraja, con los que prepararon una deliciosa entrada. Luego pusieron en el centro betabel, ajonjolí, aceite de oliva y almendra, para servirnos un mole de betabel espectacular. Nos sorprendió el colinabo, con el que prepararon una salsa que para bañar un canelón de pato braseado con vegetales. Aunque ocupaba casi toda la mesa, nos presentaron la calabaza mantequilla, que usaron para hacer un puré y acompañar un magret de pato. Para el postre, disfrutamos un refrescante sorbete de pera y mandarina con flor de lavanda cristalizada, y como segundo postre, un hermoso bizcocho de calabaza mantequilla. Cada plato tiene entre cuatro y seis ingredientes naturales, presentes en la mesa, que puedes probar y ver las distintas formas en las que los preparan.
Una experiencia única en Valle de Guadalupe
Para completar la experiencia, cada platillo está maridado con una selección de vinos locales del Valle de Guadalupe, y por supuesto, con la exclusiva línea de vinos de MYA Hotel Boutique, disponibles solo en el lugar. En el mismo restaurante, encontrarás una hermosa cava de madera circular, diseñada para que al entrar te sientas como dentro de una barrica de vino. Es otra de las formas en las que Olivea te ofrece una experiencia más inmersiva y conectada con los productos que te llevas al paladar. Además, el restaurante tiene una decoración rústica y elegante, con elementos naturales que complementan perfectamente el concepto de Olivea. Una experiencia única que no puedes perderte en tu próxima visita al Valle de Guadalupe.
Dirección: La Ruta del Vino Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California
Página: @oliveafarmtotable
¡Una experiencia culinaria única en Valle de Guadalupe!