El cine y la comida tienen algo en común: su capacidad de evocar sensaciones y generar empatía. Las películas no tienen olor, sabor o textura, y sin embargo al ver escenas de banquetes podemos sentirlas con todo el cuerpo. La comida no habla, pero tiene una capacidad increíble para contar historias. Y es que las historias sobre cocina tienen un je ne seis quois que despierta un hambre literal y metafórica en nosotrxs. Estas son 5 películas sobre cocina que te harán querer dejarlo todo y dedicarle tu vida a la gastronomía.
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Julie & Julia (2009)
Esta película sigue la vida de dos mujeres quienes, sin conocerse, pasan un año juntas a través de un recetario. Julie Powell (Amy Adams) se propone la meta de cocinar las 524 recetas de El arte de la cocina francesa, libro de la famosísima Julia Child (Meryl Streep), en un plazo de un año, mientras comparte su experiencia a través de su blog. De manera paralela se cuenta la historia de Child, quien se acerca a la cocina primero como un hobby, pero pronto se da cuenta de que su pasión por la gastronomía no hace más que crecer. A lo largo de la película, las historias de ambas mujeres se entretejen a través de una cocina compartida, y queda sobre la mesa una realidad irrefutable: que el gusto por la cocina puede ser algo profundamente personal, pero también profundamente compartido.
El festín de Babette (1987)
Esta película es, literalmente, un festín visual. En una pequeña aldea puritana en Dinamarca, dos hermanas ancianas recuerdan con nostalgia una juventud austera en la que las normas estrictas las obligaron a renunciar a los ‘placeres de la carne’. Esto cambia al llegar Babette, una mujer francesa que se refugia en Escandinavia, huyendo de la guerra civil. Para ella nada es imposible: consigue quesos, vinos, caviar, carnes, pescados, champañas y fruta de su añorada Francia, y se dispone a organizar un banquete de agradecimiento para sus anfitrionas. Todo el pueblo acepta la invitación y, aunque en principio se muestran reacios a mostrar una satisfacción pecaminosa, poco a poco van cediendo ante los placeres —y la emotividad— de la cocina francesa.
La gran noche (1996)
Ambientada en una ciudad en la costa de Jersey en los años 50, esta película utiliza el drama y la comedia para contar la historia de dos hermanos inmigrantes italianos quienes batallan para abrir un restaurante exitoso en el nuevo continente, sin sacrificar la autenticidad de sus recetas. Ante la demanda de comida italiana ‘americanizada’, Primo y Secondo deben explorar las infinitas posibilidades que ofrece la cocina, y descubrir los límites y los puntos de encuentro entre la comida, la identidad y el disfrute. Si eres fan de la gastronomía italiana, prepárate para salivar de principio a fin.
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Chocolat (2000)
Esta es una película para los amantes del azúcar. La vida monótona en Lansquenet —un pueblo francés profundamente tradicional— da un giro de 180° cuando Vianne Rocher y su hija Anouk aparecen trayendo consigo todo el dulce y la magia. A pesar de no ser bien recibidas, madre e hija inauguran una dulcería repleta de delicias capaces de despertar los apetitos y la sensibilidad de los lugareños. Una vez más, aquí la cocina y la repostería son vehículos para explorar el afecto y el deseo.
Ratatouille (2007)
Ninguna lista de películas que te calientan el corazón, te abren el apetito y te invitan a aventurarte a la cocina está completa sin este ícono de la animación infantil. Toda la historia se construye alrededor de la premisa de que cualquiera puede cocinar (si bien con un poco de ayuda). No hay ningún poder divino detrás de la comida, sino más bien una pasión —innata o aprendida— por descubrir, probar y compartirlo todo en la cocina. El gusto no implica solo el sabor y las texturas, es también las experiencias y los vínculos.