¿Eres de los que se olvidan de regar las plantas o simplemente no tienes mucho tiempo para cuidarlas? ¡No te preocupes! Hay vida más allá de las suculentas. Las plantas que te presentamos aquí tienen el don de la paciencia y además de ser un decorativo excepcional son verdaderas campeonas de la resistencia, perfectas para ti. Ideales para quienes están dando sus primeros pasos en el mundo de las plantitas o para los que simplemente quieren añadir un toque natural a su hogar sin complicarse la vida. Aunque son bastante independientes, un poquito de cariño y atención siempre les vendrá bien. Si buscas plantas que se adapten a tu estilo de vida, sigue leyendo para descubrir a tus futuras compañeras del hogar.
El cordatum
El Philodendron hederaceum, conocida popularmente como cordatum, es una planta colgante originaria de las regiones tropicales de América del Sur. Se ha ganado mucha popularidad como planta de interior por lo fácil que es cuidarla y por su atractivo follaje. Aunque se parece al potus, no son lo mismo: las hojas del cordatum son de un verde intenso, en forma de corazón, y tienen una textura suave. Algunas hojas pueden tener manchas blancas o amarillas. Es una planta increíblemente adaptable, capaz de soportar una variedad de condiciones de luz, temperatura y humedad. Puede prosperar tanto en lugares con luz brillante indirecta como en zonas con poca luz. Su rápido crecimiento le permite recuperarse rápidamente de cualquier daño o poda. Además, es bastante resistente a las plagas y enfermedades comunes de las plantas de interior. Aunque prefiere un suelo ligeramente húmedo, el cordatum puede soportar breves períodos de sequía sin problemas. Así que, si alguna vez te olvidas de regarla, no te preocupes, ella esperará pacientemente a que te acuerdes.
Aglaonemas
Aunque las aglaonemas no sean las más populares, son de las plantas más confiables y resistentes que puedes tener. Originarias de las selvas tropicales de Asia, se han ganado un lugar especial en los hogares por su capacidad de adaptación. Sus hojas llamativas son carnosas y de forma ovalada o lanceolada, vienen en una increíble variedad de colores y patrones, desde verde sólido hasta combinaciones de verde, blanco, amarillo y rosa, convirtiéndolas en verdaderas piezas decorativas. A diferencia de muchas otras plantas de interior, las aglaonemas se llevan genial con poca luz, lo que las hace ideales para esos rincones oscuros de tu hogar. Además, son excelentes purificadoras de aire, eliminando toxinas y mejorando la calidad del aire en tu espacio. Su crecimiento es lento a moderado, lo que las hace perfectas para espacios pequeños. Aunque se adaptan a diferentes niveles de humedad, prefieren un ambiente ligeramente húmedo. Piden poca luz, poca agua y hay un montón de variedades para elegir. Definitivamente las amamos.
Sansevieria
La clásica sansevieria, también conocida como lengua de suegra, planta de la serpiente, cola de lagarto y muchos otros apodos, es famosa por su increíble resistencia y facilidad de cuidado, convirtiéndola en una de las plantas de interior más populares. Originaria de las regiones áridas de África, esta planta desértica ha desarrollado mecanismos de supervivencia que le permiten soportar sequías y poca luz. Sus hojas carnosas almacenan agua, lo que le ayuda a sobrevivir durante largos períodos sin riego. Además, tiene un sistema de raíces robusto que le permite adaptarse a diferentes tipos de suelo y absorber los nutrientes que necesita. Tolera una amplia gama de condiciones de luz, desde la luz brillante indirecta hasta la sombra parcial, y se adapta a una variedad de temperaturas, aunque prefiere ambientes cálidos. También es excelente para purificar el aire, absorbiendo toxinas como el benceno y el formaldehído. Con cuidados mínimos, puede vivir muchos años y es tan versátil que se adapta a distintos estilos de decoración.
Zamioculca
La zamioculca es otra planta de interior super famosa por su resistencia y facilidad de cuidado. Al igual que la sansevieria, es originaria de las zonas áridas de África y ha desarrollado mecanismos de supervivencia que le permiten soportar sequías y poca luz. Sus hojas carnosas y los tubérculos subterráneos actúan como reservas de agua, lo que le ayuda a aguantar largos períodos sin riego. Su crecimiento lento significa que no necesita muchos nutrientes y puede pasar bastante tiempo entre trasplantes. Además, es muy resistente a plagas y enfermedades comunes de las plantas de interior. Aunque crece lentamente, puede alcanzar alturas considerables.
