Más que el nombre de este recinto en la Condesa, Plonk! ha sido el slang empleado históricamente por australianos para demandar una copa de vino blanco a los franceses –con la frase: ¡give me some Blanc!–, originado desde la Primera Guerra Mundial y preservado a lo largo de los años como símbolo de hermandad entre ambos países. Honrando esta filosofía de fraternidad y goce entre amigxs, Plonk es uno de los proyectos gastronómicos en la CDMX que busca llevar un paso más allá los clásicos bares de vinos.
Su propuesta corre a cargo de Flor Camorlinga y Romina Arguelles, encargadas de revolucionar el concepto del wine bar tradicional a través de una cocina abierta de producto regional e influencias internacionales, al igual que una carta de vinos, cocktails y bebidas cuidadosamente seleccionadas para asegurar una experiencia completa. Flor se encarga de la cocina, incorporando su trayectoria profesional por las cocinas de Boragó –mejor restaurante en Chile– y L’Effervescence en Tokio –tres Estrellas Michelin– para crear un menú de ingredientes de temporada y toques asiáticos; por otra parte, Romina lidera una carta de vinos siempre cambiante, con etiquetas provenientes de todo el mundo y curadas para crear el maridaje perfecto de sus alimentos.
Plonk se ubica justo a un lado del Parque México, con un espacio interior desde el que se puede apreciar su cocina abierta, al igual que una terraza a pie de calle que comparte la cotidianeidad y atmósfera natural de la Condesa. También hay una pequeña mesa metálica que rodea un árbol, perfecta para quienes busquen una visita casual con una copa de vino y alimentos pequeños para picar.
Cabe destacar que el menú en Plonk cambia de acuerdo a la disponibilidad de los ingredientes, aunque ya hay un favorito de la casa que promete quedarse en el menú indefinidamente: su udon picante. Este último se elabora con una salsa picante a base de Gochujang y queso Cheddar flameado, acompañado de camarones y cacahuate, sin duda alguna, será plato imperdible durante cualquier visita, ya sea comida o cena.
Entre los demás platos disponibles durante nuestra visita a Plonk también se encuentran su sashimi de pesca del día –con mandarina, algas, chile manzano y togarashi–, su tamal de marlin –marlin ahumado con chile morita y almendra–, y su cordero con Bok Choi. Debido a la temporalidad de su propuesta, recomendamos mantenerse al tanto de sus redes sociales, ya que dede ahí se pueden descubrir sus pop-ups gastronómicos y eventos especiales. Sin duda alguna, uno de los spots imperdibles en la Condesa.