A pesar de no ser el estado más grande, el Estado de México está repleto de paisajes variadísimos y destinos encantadores que resultan ser grandes opciones para una escapada de fin de semana o incluso para pasar un solo día alejado del ajetreo y el caos de la Ciudad de México, pero no necesariamente de la ciudad misma. A solo dos horas de la CDMX se encuentra Acolman, un Pueblo con Encanto famoso por su legado virreinal y por sus espectaculares paisajes naturales, perfecto para ir, hacer un día de campo y regresar el mismo día.
Por supuesto, debido a su cercanía con México Tenochtitlan, en el territorio que hoy ocupa Acolman perdura un pasado prehispánico visible sobre todo en muchas de sus costumbres y tradiciones. Sin embargo, hoy en día este pueblo se conoce especialmente por su legado virreinal, destacando sobre todo el Ex Convento de San Agustín Acolman, una joya del siglo XVI con una espléndida fachada plateresca y retablos barrocos donde, se dice, los frailes agustinos fabricaron la primera piñata mexicana en 1587. Hoy en día, este lugar es considerado monumento nacional y es sede del Museo Virreinal de Acolman, donde se exhiben objetos y muebles de distintas épocas entre los siglos XVI y XIX.
Por otro lado, para quienes buscan reconectar con la naturaleza y pasar un día inmersos en el bosque, Acolman es hogar de la Reserva Ecológica San Mateo Chipiltepec, una enorme área protegida perfecta para practicar deportes al aire libre —como ciclismo de montaña, senderismo y cabalgatas— o sencillamente pasar un día tendido sobre el pasto en un día de campo idílico. Otro plan divertido es explorar las Cuevas de la Amistad en el Parque Estatal Sierra Patlachique, donde además cuentan con palapas, zona de asadores y área de acampado para los más entusiastas.
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