Dentro de la república mexicana, existen destinos turísticos cuya popularidad aún se reserva para unos cuantos. Tal como sucede con el Pueblo Mágico de Malinalco, un vibrante poblado, situado al pie de las montañas, redundante en naturaleza, calles empedradas y una serie de casitas coloridas que le otorgan carácter y personalidad. Aún y con estos atributos, Malinalco es un gran descubrimiento, pues quienes lo han visitado jamás imaginaron que fuera así de bonito.
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Malinalco se encuentra a tan solo dos horas de la CDMX, convirtiéndose en uno de los Pueblos Mágicos cerca de la capital mexicana y por ende una visita obligada cualquier fin de semana. Este destino colinda con los municipios de Tenancingo y Zumpahuacán y está a tan solo una hora del Centro Histórico de Toluca. De acuerdo con la historia, este bello destino es uno de los sitios más antiguos del Estado de México, debido a sus casonas coloniales y templos que datan del siglo XI hasta el siglo XVII.
Este bello poblado se unió al Programa de Pueblos Mágicos en el año 2010, gracias a la belleza de sus templos, casonas y a la variedad de cultura, historia y tradición que gira en torno a el. Su nombre proviene de la flor de malinalli, también conocida como ‘zacate del carbonero’, muy utilizada para elaborar cuerdas y mecates, por tanto, de ahí derivan sus vocablos: xóchitl ‘flor´y co ‘en’, que finalmente juntos significan ‘donde se adora malinalxochitl’, es decir, la ‘flor de malinalli’. Este pueblo celebra su nombre cada 1 de enero y el 6 de agosto es la fiesta del Divino Salvador.
¿Qué ver en el Pueblo Mágico de Malinalco?
Camina por la plazuela del Pueblo Mágico de Malinalco
Para disfrutar aún más de este bello pueblo, no existe nada mejor que dejarse envolver por el entorno. Recorrer a través de sus calles empedradas su Plazuela, sentarse en una banca y apreciar su quiosco en el centro y ver pasar vendedores ambulantes. Sentir la calidez de su gente y tomar cientos de fotos ya sea en su fuente o en otros rinconcitos que ameritan tener una postal del recuerdo.
Visita la Parroquia del Divino Salvador
Como todo Pueblo Mágico, Malinalco también tiene su propio templo religioso. El de aquí está dedicado a la deidad del Divino Salvador. Este recinto fue construido en 1540 tras la llegada de los españoles a territorio mexicano. Hoy en día, esta parroquia es una parada obligada en este destino, pues podría decirse que es el acervo católico más importante para esta comunidad.
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Recorre la Zona Arqueológica de Cuauhtinchan
La zona arqueológica de Cuauhtinchan, también conocida como la zona arqueológica de Malinalco es una parada obligada en este destino casi que secreto. Estas ruinas son conocidas por los locales como ‘el cerro de los ídolos’, aunque en realidad este lugar significa Malinalxóchitl, una diosa mexicana que se dedicaba a hacer hechizos y magia negra y que, además era la hermana de Huitzilopochtli.
Conoce el Ex Convento Agustino
Considerado como una de las construcciones más antiguas y bonitas de Malinalco, el Ex Convento Agustino—ubicado a un costado de la parroquia del Divino Salvador—es el pasado, presente y futuro de la historia de México. Este recinto fue construido durante el siglo XVI y, hasta la fecha una de las arquitecturas mejor conservadas, siendo su fachada de plata el elemento principal. En su interior destacan numerosas muestras de pinturas al fresco.
Prueba la comida local y antojitos mexicanos
Una de las mejores maneras de conocer un destino además de recorrerlo y perderse entre sus calles es hacerlo a través de su gastronomía. Aunque Malinalco se destaca por tener una variedad de antojitos mexicanos para degustar en cada esquina, vale la pena probar la trucha malinalco, un plato elaborado con rojas, jitomate, epazote y cebolla. También hay tacos de cecina, tamal de ajolote, mixiotes de pollo y escamoles.