Visitar Zacatecas es maravillarse con un territorio de patrimonio cultural sorprendente, abundante en preciosas construcciones en cantera rosa, maravillas naturales de belleza suprema, y una serie de tradiciones que se mantienen vigentes aun con el pasar de los años. Sus Pueblos Mágicos son una forma maravillosa de conocer este encanto cultural, y Teúl es uno de los imperdibles para amantes de las experiencias de aventura y los destinos de encanto local. ¡Sigue leyendo para descubrir por qué debes agregarlo a tu bucket list de viajes por México!
Visitar los Pueblos Mágicos en Zacatecas permite conocer una faceta auténtica del estado, y Teúl es ejemplo perfecto de ello. Denominado oficialmente como Teúl de González Ortega, este Pueblo Mágico abunda en preciosos paisajes naturales donde realizar todo tipo de experiencias de aventura, un pasado histórico sorprendente que se puede conocer a través de su centro ceremonial y un territorio abundante en imponentes construcciones de arquitectura colonial.
Algo que no se puede pasar por alto al visitar el Pueblo Mágico de Teúl es el impresionante aroma a azafrán que inunda cada uno de sus rincones, esto debido a que sus calles se encuentran repletas de árboles de naranjo, lo que le aporta al destino esta fragancia particular. Vale la pena recorrer tranquilamente su centro, ya que así se podrán apreciar escenarios que parecen sacados de una postal antigua, así como conocer sus iglesias, casonas, plazas y calles empedradas. En cuanto a su arquitectura colonial, ésta se desarrolló en su mayoría con la llegada de los españoles, por lo que cuenta con hermosas construcciones en cantera rosa y joyas arquitectónicas de estética impecable.
Una parada imperdible durante cualquier visita al Pueblo Mágico es su centro ceremonial prehispánico, ubicado justo en la cima del Cerro de Teúl y con una historia que se remonta hasta los años 900/1000. Aquí se podrá realizar un recorrido histórico por sus antiguas canchas de juego de pelota, su tumba de tiro y sus grandes esculturas de piedra; este asentamiento era uno de los más grandes y complejos dentro del noroccidente de México, y solía ser centro de veneración al Dios de la lluvia y la fertilidad.
Para amantes del buen beber y comer, el Pueblo Mágico de Teúl es de los destinos perfectos para deleitarse con antojitos mexicanos, y cuenta con una cantidad sorprendente de especialidades locales, así como una producción importante de mezcal –que se puede encontrar en diversas variedades, como su mezcal blanco, reposado o añejo–. En cuanto a la gastronomía, no se pueden dejar de probar sus gorditas de horno, un delicioso pan elaborado en horno de piedra con leña, lo que le brinda aromas y sabores únicos.