Dentro de la República Mexicana existen lugares que, además de su encanto están llenos de historia y misterio que los convierte en destinos por demás fascinantes. Algunos parecen haber salido de una película de ficción en la que los habitantes han desaparecido casi por completo. Y aunque a menudo esto suele verse en una narrativa, existen lugares donde estos hechos sí son una realidad. Tal como sucede con Santa Magdalena Jicotlán, el pueblo menos poblado de México en el que aún habitan menos de 100 personas.
Esta localidad forma parte del municipio Santa Magdalena Jicotlán, en el estado de Oaxaca, y se localiza en la región mixteca oaxaqueña y en el distrito de Coixatlahuaca. Su nombre proviene del náhuatl ‘Xicatl tlan’ que significa ‘Avispa o jicote’ o ‘Lugar de avispas’. Para llegar ahí, es importante hacer un viaje por carretera y seguir atentamente los señalamientos, si se viaja desde Oaxaca de Juárez el tiempo estimado en llegar a este destino es de aproximadamente dos horas, mientras que desde la CDMX son cuatro horas y 40 minutos.
Aunque este destino es uno de los menos visitados por turistas, es un lugar que llama la atención por su peculiar estilo de vida, es decir, Santa Magdalena Jicotlán es considerado uno de los pueblos más tranquilos del país, y no es para menos, pues de acuerdo con la Secretaría de Economía, en el 2020 la población de este pueblito era de 81 habitantes, de los cuales el 50.6% son hombres y el 49.4% son mujeres. En solo en 2010, de acuerdo con el INEGI–Instituto Nacional de Estadística, Geográfica e Informática– su población decreció un -12.9%.
Como si se tratara de un ‘pueblo fantasma’, ahí es imposible ver a sus habitantes pasear por sus calles, ni por su plaza principal o por su iglesia de estilo barroco. ¿Pero por qué hay tan pocos habitantes? Las condiciones de vida y la educación son el factor principal por los que la población decidió abandonar su pueblo y emigrar ya sea la CDMX o incluso a Estados Unidos. El trabajo principal de la zona es la siembra y la cosecha, y aunque es un pueblo limpio y ordenado, no es posible ver a casi nadie deambular por sus calles, ya que la mayoría de habitantes forman parte de la tercera edad y deciden resguardarse dentro de sus hogares.