México se encuentra dentro de los diez principales productores de café a nivel global. Gracias a la demografía repleta de sierras y montañas de nuestro país, existen varios puntos alrededor del territorio mexicano que son ideales para el cultivo de este grano tan preciado y esencial para la vida diaria. A pesar de que el café se importó desde África durante la época de la colonia, se ha convertido en una de las principales bebidas que se consume de manera cotidiana en los hogares a lo largo y ancho del país, y fue bien recibido no solo por las tierras mexicanas, sino también por nuestras costumbres. Si eres amante del café, estos son seis pueblos cafetaleros que no puedes dejar de visitar.
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COMALA, COLIMA
Si estás considerando hacer la Ruta del Café de Colima, este es el lugar para empezar. Este pueblo cafetalero se conoce también como el ‘Pueblo Blanco de América’, pues sus fachadas blancas se alinean a lo largo de sus calles empedradas, coronadas por las impresionantes vistas del Volcán de Fuego. Su clima húmedo y su ubicación geográfica en las tierras altas y fértiles en las faldas del volcán hacen de este el lugar idóneo para el cultivo del grano de café, y se ha hecho de una gran fama no solo por ser la tierra mítica de Pedro Páramo, sino también por su café de altura y sus reservas de de la Biósfera.
CUETZALAN, PUEBLA
Este increíble pueblo cafetalero en la Sierra Norte de Puebla es un imperdible definitivo no solo para cualquier amante del café de altura, sino también para quienes siempre están listos para emprender un viaje cultural. Aquí los primeros cafetos se sembraron entre 1860 y 1870, y las condiciones climáticas hicieron su magia. Pero el gran distintivo de los cafetales de Cuetzalan es la forma en la que se integraron al policultivo practicado por la cultura nahua de la región, pues entre los granos de café crecen también cítricos, plátanos, canela, pimienta y muchas otras especies que impregnan los granos con sus distintas notas.
COATEPEC, VERACRUZ
Ubicado a los pies del Cofre de Perote y rodeado por montañas, Coatepec es uno de los principales pueblos cafetaleros de Veracruz. La tradición inició en 1808, cuando se importaron las primeras semillas de café arábigo para sembrar en la Hacienda de Zimpizahua. Su espíritu cafetalero se integra de maravilla a la vocación gastronómica del lugar, pues este es uno de los destinos ‘foodies’ imperdibles. Entre los platos más destacados de la zona se encuentran la sopa de pan y el estofado de gallina, así como una gran diversidad de licores –entre ellos, por supuesto, licores de café.
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PLUMA DE HIDALGO, OAXACA
Las condiciones geográficas privilegiadas de Oaxaca hacen de este estado uno de los grandes paraísos biodiversos del país. Enclavado en la Sierra Madre del Sur, Pluma de Hidalgo es uno de los pueblos cafetaleros mexicanos por excelencia, pues el pueblo mismo se fundó hacia finales del siglo XIX precisamente alrededor del cultivo de esta planta, y su café orgánico explica por sí mismo su renombre internacional —de hecho, en 2020 obtuvo la denominación de origen—. El clima frío y húmedo se conjuga con la irrigación de los arroyos del río Copalita y la brisa marina del Pacífico para crear las condiciones propicias para el cultivo del café y llevar la calidad del grano al siguiente nivel, además de que tiene un sabor muy particular.
COMITÁN, CHIAPAS
El pueblo de Rosario Castellanos y de Belisario Domínguez es también uno de los pueblos cafetaleros que no te pueden faltar si planeas hacer la Ruta del Café en Chiapas. En este precioso pueblo colonial se preserva un fuerte sincretismo tanto en la arquitectura como en los usos y costumbres. Después de un paseo por el barrio de La Pila, el Teatro Junchavin, el Palacio Municipal y la iglesia de Santo Domingo, nada como sentarse a disfrutar de una taza de café en el centro de la ciudad.
XICO, VERACRUZ
Este hermoso Pueblo Mágico veracruzano es también uno de los pueblos cafetaleros más extraordinarios del estado, con sus casas coloniales enmarcadas por flores y árboles frutales. A pesar de que está rodeado de montañas y cafetales con los mejores escenarios naturales, el clima privilegiado de Xico combina lo mejor de dos mundos: flores todo el año y el mejor café a la orden del día. El lugar también es conocido por mantener vivas las tradiciones mexicanas más arraigadas, como los burreros cargados de cajas de leche, las tortillas hechas a mano y los vendedores de orquídeas.
