México está lleno de rincones sorprendentes, y entre sus más de 110 Pueblos Mágicos, hay algunos que, a pesar de su riqueza histórica y cultural, siguen pasando desapercibidos. Tal vez sea por sus nombres poco familiares o por estar alejados de las rutas turísticas más populares, pero lo cierto es que estos lugares guardan un encanto único. Tienen historia, tradición, paisajes espectaculares y una identidad profundamente arraigada. Desde zonas arqueológicas y arquitectura colonial bien conservada, hasta manantiales de aguas termales, cascadas escondidas, leyendas locales y una gastronomía que sabe conquistar. Estos cinco Pueblos Mágicos más desconocidos del país garantizan seguir descubriendo las maravillas que México tiene para ofrecer, muchas veces, donde menos te lo esperas.

Te puede interesar: X’Box, Buckingham, Válgame Dios: Los 5 pueblitos de México con los nombres más peculiares

Tlatlauquitepec, Puebla
Tlatlauquitepec, en la Sierra Nororiental de Puebla, es de esos Pueblos Mágicos que sorprenden por todo lo que esconden. Su gran emblema es el Cerro Cabezón, una montaña imponente donde puedes hacer senderismo, tirolesa, rapel o cruzar un puente colgante de 150 metros a 60 de altura, todo con vistas espectaculares. En el centro del pueblo, la Plaza Principal reúne joyas históricas como el Palacio Municipal, un edificio del siglo XIX, y el Ex Convento de Santa María de la Asunción, uno de los más antiguos de América Latina. También vale la pena subir a la Iglesia del Cerrito de Guadalupe y disfrutar la vista. Si te gusta la naturaleza, hay cascadas como la de Puxtla, Tenexate o Jilotepec, ideales para nada, además de la Presa de la Soledad donde puedes tomar un paseo en kayak. La cereza del pastel es su comida: tlayoyos, mole ranchero, carnes ahumadas y un buen trago de Yolixpa.


Mapimí, Durango
Mapimí fue el primer Pueblo Mágico de Durango. Es reconocido por su rica historia minera, sus paisajes desérticos y su aire de misticismo. Su principal atractivo es el Puente de Ojuela y la antigua mina del mismo nombre. Es un impresionante puente colgante de 318 metros de largo que cuelga a 110 metros sobre una cañada. Además de cruzarlo, puedes lanzarte en tirolesa o recorrer los túneles de la vieja mina. Muy cerca está el Pueblo Fantasma de San José de la Ciénega, un sitio abandonado que conserva el espíritu de una época minera ya perdida. Para los curiosos de lo inexplicable, la famosa Zona del Silencio es parada obligada, envuelta en leyendas sobre anomalías magnéticas. En el corazón del pueblo, la Plaza de Armas está rodeada de joyas históricas como la Iglesia de Santiago Apóstol, con su fachada de cantera y detalles mudéjares, y el Museo Benito Juárez. También puedes explorar las Grutas del Rosario o adentrarte en la Reserva de la Biosfera Mapimí, un oasis desértico con paisajes únicos. Sin duda, uno de los Pueblos Mágicos menos conocidos que vale la pena descubrir.


Temacapulín, Jalisco
Temacapulín es un fascinante Pueblo Mágico de Jalisco, conocido por su ambiente colonial, sus calles empedradas, casonas antiguas y, sobre todo, por sus aguas termales y la historia de resistencia de su gente. Durante más de una década, sus habitantes lucharon contra la construcción de la Presa El Zapotillo, un proyecto que amenazaba con inundar el pueblo, y lograron preservar su tierra y su identidad. Hoy, este lugar de calles empedradas, casonas de adobe y tejas de barro invita a la calma y al descanso. Puedes relajarte en alguno de sus balnearios de aguas termales, o recorrer el Carril de Cerro Viejo y su hacienda llena de leyendas. En el centro destaca la Basílica de Nuestra Señora de los Remedios, una joya barroca del siglo XVIII, y en los alrededores, el Cañón del Río Verde ofrece paisajes ideales para conectar con la naturaleza. Un pueblo con alma, memoria y mucho que ofrecer.


Ixtlán del Río, Nayarit
Ixtlán del Río, al sur de Nayarit, es un Pueblo Mágico que combina historia prehispánica, arquitectura colonial y paisajes naturales en un solo destino. Su gran tesoro es la Zona Arqueológica Los Toriles, donde se encuentra uno de los pocos templos circulares en Mesoamérica, dedicado al dios del viento, Ehécatl. En el centro del pueblo destaca la Parroquia de Santo Santiago Apóstol, con su imponente fachada de cantera, y si subes al Cerrito del Cristo Rey, te espera una vista panorámica increíble tras los 544 escalones. También puedes refrescarte en balnearios como El Manto o explorar cascadas como El Salto y el Salto del Diablo. Además, el Museo de Antropología Regional y las artesanías en obsidiana y barro cuentan la historia de este lugar con orgullo. Sin duda, otro de los Pueblos Mágicos menos conocidos que sorprenden por todo lo que tienen para ofrecer.


Mier, Tamaulipas
Mier es un Pueblo Mágico fronterizo con mucha historia. Fundado en 1753, es considerado el pueblo más antiguo de la región y fue declarado Ciudad Heroica por su resistencia en tiempos difíciles. En su Plaza Hidalgo, rodeada de árboles y con un quiosco de hierro forjado del Porfiriato, empieza un recorrido por el pasado: la Parroquia de la Purísima Concepción, la Casa de las Columnas y el Museo Casa de los Frijoles, testigo de la Batalla de Mier que te cuenta parte de la herencia de este lugar. También están los puentes históricos Juan Méndez, San Juan e Hidalgo, vestigios de una época en la que los barcos de vapor llegaban hasta aquí por el Río Bravo. Uno de los Pueblos Mágicos menos conocidos pero lleno de memorias, arquitectura de época y paisajes espectaculares.


¡Viaja estos Pueblos Mágicos menos conocidos y sorpréndete por su belleza!