Moños, olanes, tul, transparencias, encajes, satín, colores pastel y brillos: el Coquette es una tendencia que se ha viralizado en redes sociales, desde Tik Tok hasta Pinterest, ya no solo en los perfiles de las influencers de moda y belleza, sino también en las grandes pasarelas e incluso en las campañas publicitarias de marcas reconocidas a nivel mundial. Pero realmente, ¿qué es y de dónde viene el Coquette? Más allá de la estética más ‘girly’, esta tendencia se postula como una reivindicación de la feminidad, y una vez que conozcas su contexto, te encantará todavía más.
Si bien el Coquette es la tendencia en boga en este momento, y aunque muchxs la han desdeñado por ser aparentemente frívola y ‘crusi’, esta estética es mucho más que solo moños, lazos y mil tonos de rosa. Históricamente, esta tendencia ha estado presente en distintos momentos que se remontan incluso a la corte francesa del rey Luis XIV en el siglo XVII, a la era Rococó del siglo XVIII y a la Época Victoriana en Inglaterra en el siglo XIX (así que si te preguntabas por qué esta supuesta nueva moda nos es tan familiar, ya sabes la razón).
En cada uno de estos momentos, la coquetería —de donde deriva el nombre de esta estética— ha tenido montones de significados sociales, desde un símbolo de estatus, clase y poderío, hasta una postura ‘escapista’ que nos brinda un refugio de las crisis que se viven en el mundo. Este ‘boom’ del Coquette en el siglo XXI no tiene nada de nuevo, pero sí es un movimiento autoconsciente liderado principalmente por mujeres que se han dado cuenta de las implicaciones históricas de esta estética, y eligen activamente reapropiársela para darle un significado diferente.
Irónicamente, la estética Coquette involucra varios elementos que, por lo menos hace un par de décadas, hubieran sido criticadas y tachadas de banales, mientras que al mismo tiempo existía una fetichización respecto a ellas (basta con releer Lolita para notar cómo la inocencia y la feminidad se sexualizan al extremo). Sin embargo, el Coquette tiene planes y representaciones diferentes, planes de liberación y reivindicación de la feminidad ya no desde la mirada masculina, sino desde sus propios gustos y parámetros. Así, el estilo híper femenino embandera un movimiento que pareciera gritar ‘sí, me gusta el rosa, ¿y qué?’.
Algunas de las influencias contemporáneas más importantes que han alimentado esta tendencia son la película de María Antonieta de Sofía Coppola, la serie Bridgerton, la reciente colaboración de Lana del Rey con la marca de lencería Skins y, por supuesto, el éxito arrollador de Barbie de Greta Gerwig y el furor por el Barbiecore que dominó las calles y las pasarelas el año pasado. Es así que el Coquette se autoproclama amante de todas las cosas lindas, suaves y ‘girly’, al mismo tiempo que busca reafirmar el papel de las mujeres en distintos ámbitos, mujeres que ya no tienen que apegarse a estándares masculinos para tener éxito en el campo laboral, mujeres que se niegan a sexualizar su feminidad y mujeres que ya no dependen de otrxs para dictar sus propios gustos.
¡Disfruten y compartan!