Según las prácticas y creencias de distintas culturas milenarias, existe un vínculo indisociable entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Mantener el balance entre todas estas fuerzas era fundamental para llevar una vida saludable tanto a nivel personal como comunitario. Para las culturas mesoamericanas, sobre todo entre las civilizaciones maya y azteca, el cacao no era una bebida sagrada que fomentaba este equilibrio, y se utilizaba en rituales inmersas en un entorno sagrado para acompañar y guiar la meditación. Hoy en día, las ceremonias de cacao no solo mantienen vivo este legado prehispánico, sino que además siguen siendo una herramienta para conectar con el momento presente.
Vale la pena recordar que el cacao es un grano que aporta múltiples beneficios a nuestra salud, desde mejorar la función cardiaca y poseer propiedades antioxidantes, hasta promover una sensación de alegría y bienestar e incluso mejorar nuestras funciones cognitivas. Así pues, no es casualidad que durante siglos a esta bebida se le hayan atribuido características sagradas y que se haya integrado a rituales y ceremonias de cacao encaminadas a la introspección espiritual, la sanación emocional y el fortalecimiento de los vínculos comunitarios.
En qué consiste una ceremonia de cacao
Las ceremonias de cacao generalmente consisten en una sesión de meditación guiada que se apoya en el consumo de una mezcla especial de cacao para promover la reflexión. Estas son experiencias con un elemento sensorial bastante fuerte: la música, el aroma, los sabores, la textura sedosa de esta bebida caliente. Si bien este ritual suele tener un fuerte componente comunitario que nos invita a compartir un momento de introspección y vulnerabilidad con un grupo de gente, también es posible realizar pequeñas ceremonias de cacao en privado y hasta en la comodidad de tu hogar.
Contrario a lo que suele pensarse, las ceremonias de cacao no tienen un efecto psicodélico, sino que son simplemente una meditación conciente centrada en intencionar, agradecer y concientizar para permitirnos una transformación personal. Así pues, estos rituales tienen todo que ver con conectar con el momento presente, fomentar la compasión y permitirnos un momento de introspección libre de juicios.
Dónde participar en una ceremonia de cacao
Hoy en día, existen varios lugares en la CDMX donde se oferta este servicio, e incluso existe la opción de contratar a un experto para dirigir estos rituales en ocasiones especiales, como despedidas de soltera, baby showers y cumpleaños (es decir, momentos en los que abrimos y cerramos ciclos, en los cuales nos viene bien abrir el corazón para despedir lo que fue y recibir lo que viene). Otra opción es buscar destinos inmersos en la naturaleza para darle un sentido aún más profundo a estos rituales, como por ejemplo Aldea Pachamama, en las faldas del Popocatépetl.
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