No es uno de los estados más famosos ni turísticos de México, y a simple vista parece un lugar tranquilo, conocido por sus pozas de aguas termales, pueblos llenos de historia y platillos típicos. Pero ‘bajita la mano’, el estado de Hidalgo se ha ido coronando como un verdadero campeón mundial, rompiendo varios Récord Guinness. Así, ha demostrado ser un estado que no solo preserva sus tradiciones, sino que las lleva a niveles tan extraordinarios que han sido reconocidos internacionalmente. Desde altares monumentales hasta barbacoas colosales, los Récord Guinness de Hidalgo no solo han roto cifras, sino que también cuentan historias de identidad, orgullo y esfuerzo colectivo. ¿Ya los conoces?
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El bordado más grande del mundo
En 2019, el Congreso de Hidalgo hizo historia en Pachuca al presentar el bordado más grande del mundo, una pieza espectacular que rompió el Récord Guinness. Esta enorme obra textil midió más de 103 metros cuadrados y fue creada con la tradicional técnica Tenango, originaria de Tenango de Doria. Más de 1,270 artesanos de distintas comunidades de Hidalgo se unieron para bordarla. Usaron 110 metros cuadrados de manta, unos 75,000 metros de hilo de colores, 3 mil agujas y 1,500 aros para bordar. El diseño, inspirado en la artesana Norberta González Jiménez, se reprodujo con 1,250 lienzos individuales que luego fueron unidos para formar la pieza monumental. El diseño presenta figuras abstractas y coloridas representativas de los pueblos originarios de Hidalgo, llegando a formar la silueta del mapa de México con figuras de animales místicos y escenas de la vida cotidiana. Aunque todo el proceso de planeación llevó meses, el bordado se terminó en solo 28 días y pesa más de 100 kilos. Esta obra no solo rompió un récord, también es un homenaje al talento y dedicación de las manos artesanas hidalguenses.
La barbacoa más grande
En agosto de 2024, el municipio de Actopan, se llevó los reflectores al romper el Récord Guinness por cocinar la barbacoa más grande del mundo en un solo horno. Actopan es una región reconocida como la cuna de la barbacoa en Hidalgo. El récord se logró durante la feria patronal de la comunidad de Dajiedhi, en honor al Divino Salvador. Para lograrlo, se cocinaron más de 60 borregos y 200 pollos, todo en un horno gigantesco de cuatro metros de circunferencia y 1.20 metros de profundidad, construido especialmente para la ocasión.
Se necesitaron 16 metros cúbicos de leña y más de 2,000 pencas de maguey para cocinar al estilo tradicional. Más de 70 productores de barbacoa unieron fuerzas para sacar adelante esta proeza, que nació como una idea para consentir a los asistentes de la feria y terminó alimentando a unas 5 mil personas. Incluso se prepararon 1,200 litros de consomé y todo se sirvió completamente gratis.
El pastel más grande del mundo
Aunque hoy el récord ya cambió de manos, en 2010 Hidalgo se lució al romper el Récord Guinness con el pastel más grande del mundo. Fue en San Sebastián Tenochtitlán, conocido como La Capital Pastelera del estado, donde la comunidad demostró su talento con una creación monumental: un pastel de 291.3 metros de largo y 80 toneladas de peso. La hazaña requirió toneladas de ingredientes y el apoyo de 220 familias reposteras del pueblo, que pusieron a trabajar sus hornos y su experiencia. Estas familias ya eran expertas, pues surten pasteles a muchas comunidades vecinas. Además, el enorme pastel no solo rompió un récord: también fue parte de las celebraciones por el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. Hoy, una pastelería francesa tiene el título, pero en 2010 Hidalgo volvió a dejar huella.
El altar de muertos más grande
El estado de Hidalgo tiene el orgullo de haber roto el Récord Guinness por el altar de Día de Muertos más grande del mundo, y no solo una, sino en dos ocasiones. La primera fue en 2017, cuando levantaron un altar de 846.48 metros cuadrados en la Plaza Juárez de Pachuca. En 2019 superaron su propia marca con uno todavía más impresionante de 1,044.30 metros cuadrados. Estos altares monumentales incluyeron todos los elementos clásicos de la tradición, y hasta objetos personales para honrar a los difuntos. Fue un trabajo en equipo que unió a instituciones, colectivos y a toda la comunidad, con el objetivo de celebrar y preservar una de las tradiciones más queridas de México, reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Además de romper récords, estos altares pusieron en alto la identidad y riqueza cultural de Hidalgo.
¡Hidalgo sorprendente!