5 lugares en Puebla para comer auténtica cocina poblana

La gastronomía mexicana es un mosaico fascinante que retrata la enorme diversidad natural y cultural de nuestro país. Sin duda, la cocina poblana destaca por su espíritu barroco y profundamente reconfortante que cuenta la historia de mestizaje y esplendor virreinal, sin perder sus raíces indígenas que muestran la riqueza de la tierra y la cultura en cada técnica e ingrediente. A solo un par de horas de la CDMX, este es un destino foodie imperdible, y estos son algunos restaurantes en Puebla para probar los platos más auténticos y tradicionales.

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Mural de los Poblanos

Ubicado en el corazón del Centro Histórico de Puebla, en una antigua casona cuyas paredes están decoradas con murales del artista poblano Antonio Álvarez. El más famoso es precisamente el que decora el salón principal, donde se retratan personajes ilustres que nacieron y vivieron en la ciudad. Este lugar celebra la tradición culinaria del estado no solo a partir de las recetas más típicas —muchas de las cuales provienen de recetarios familiares que han trascendido al paso del tiempo—, sino también del cuidado por la perfección de la técnica y por la calidad y trazabilidad de los ingredientes. Sin duda, la temporada de Chiles en Nogada es de las más fuertes, pero tampoco te puedes perder el Festival de Bichos, o bien, ir un día cualquiera y pedir la cemita de chalupa.

Fonda de Santa Clara

La cocina poblana se caracteriza por su alma barroca, pero también por su sazón hogareña y reconfortante. Si estás buscando un lugar donde la autenticidad se sienta con un apapacho, tienes que comer en Fonda Santa Clara. Este es un lugar idóneo para visitar en familia, pues se presta muy bien para extender la sobremesa después de disfrutar de unas chalupas o de un mole de caderas. Cuentan con dos ubicaciones, una en el Centro Histórico y otra en el Paseo Bravo, ambas privilegiadas si tu plan es salir a pasear para bajar la comida.

Casareyna

Si quieres una experiencia completa y auténticamente poblana, Casareyna es famosa tanto por su hotel como por su restaurante, ubicados dentro de una serie de construcciones coloniales de los siglos XVI, XVII y XVIII. Este lugar es un ícono de la cocina tradicional de Puebla, la cual se ha merecido el cariño y reconocimiento de los viajeros, pero sobre todo de comensales locales. Abren desde el desayuno hasta la cena y cuentan con salones, patios y terrazas para vivir una experiencia completa en sus espacios de ensueño, así como un bar especializado en tequilas y mezcales y una amplia cava con una selección de vinos destacable.

La Selva

Las chalupas —tortilla de maíz hecha a mano, con salsa roja o verde, cebolla picada, carne deshebrada y manteca, nada más— son uno de los platos más emblemáticos de la cocina poblana tradicional, y se dice que las más auténticas de todas (además de las de las abuelitas) se comen en el barrio de San Francisco. Aquí precisamente se encuentra La Selva, un restaurante de cocina poblana con sazón hogareño y sin mayores pretensiones que consentir a sus comensales con platos típicos y honestos. De hecho, este negocio familiar asegura que provienen del árbol genealógico de la primera chalupera de Puebla.

El Anafre Rojo

Otro clásico en el Centro Histórico de Puebla, este lugar se distingue por ofrecer una buena muestra de uno de los platos más representativos de la auténtica cocina poblana: el mole. Aquí los reflectores se los llevan tres platos, el mole poblano, el pipián verde y el mole rosa con salmón. Todas las pastas se preparan de manera artesanal en su molino de piedra con recetas originales de los conventos. A pesar de ser orgullosamente poblanos, también celebran la simbiosis culinaria entre Puebla y los estados vecinos, en especial Oaxaca.