Con su encanto de pueblito costero congelado en el tiempo, los mariscos más frescos y una langosta legendaria, Rosarito es uno de los destinos de playa más lindos en el norte del país. Sin duda, uno de los hospedajes de mayor tradición es Rosarito Beach Hotel, que, aunque hoy cuenta con cientos de habitaciones, hace cien años abrió sus puertas con solo diez cuartos que bastaron para convertirse en el hotel favorito de María Félix y muchos otros personajes célebres de la época.
Diez habitaciones y un solo baño comunal: eso era Rosarito Beach Hotel cuando recién se inauguró en 1924. Sin embargo, la privacidad y el encanto de su playa fueron más que suficiente para empezar a cimentar la enorme fama del lugar. Estas primeras diez habitaciones fueron el escenario de las vacaciones de estrellas de la talla de Marilyn Monroe, Frank Sinatra y John Wayne, pero sin duda fue María Félix quien desarrolló un vínculo más estrecho con el lugar, pues llegó a hospedarse aquí seis veces a lo largo de su vida.
Tan solo cinco años después, en 1929, la propiedad cambió de dueño y los horizontes se expandieron: 50 habitaciones nuevas, grandes salones de eventos y un casino que se convirtió en una de las principales atracciones del lugar. A solo 50 kilómetros al sur de San Diego, Rosarito Beach Hotel pronto se convirtió en un refugio para las estrellas de Hollywood, quienes seguían buscando esa privacidad que aseguraba Rosarito.
Las siguientes décadas marcaron la época dorada del hotel, cuyo estilo mexicano proyectaba toda la elegancia y el glamour de la escena artística de la época. Aunque hoy en día el hotel ha crecido exponencialmente, todavía nos podemos imaginar el jazz de Glenn Miller y la música de las orquestas resonando en los salones hasta perderse por los pasillos. Basta cerrar los ojos para imaginar a personajes como Orson Wells, Jorge Negrete, Vincent Price, Rita Hayworth y Joan Bennet recorriendo estos pasillos, pero resulta todavía más increíble saber que este no es simplemente un juego de imaginación, sino que de hecho, todos ellos fueron huéspedes del Rosarito Beach Hotel en algún momento.
Conforme los años fueron pasando, el destino siguió creciendo y con él, el hotel. Lejos de desactualizarse y quedarse en el olvido, Rosarito Beach Hotel continuó evolucionando y creciendo cada vez más. Hoy en día, se trata de un resort de 500 habitaciones que no ha perdido su encanto histórico y sus vistas alucinantes del Pacífico. De hecho, desde el año pasado, este lugar forma parte del Patrimonio Tangible Histórico y Cultural del Estado, y este año celebra su primer siglo con la misma calidez de siempre.
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