Hay una joya natural oculta entre las montañas más altas de Baja California que muy pocos conocen y que quizás has estado ignorando. Se trata del Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir, una cadena montañosa que se expande de norte a sur a través del estado, el cual se ve envuelto por sus grandes bosques de coníferas. Además, es de los pocos lugares en nuestro país donde aún puedes ver un cielo completamente estrellado mientras te quedas a acampar. ¡Conócelo!
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Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir
El Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir es un Área Natural Protegida ubicada en la zona norte del estado de Baja California. Como tal, se ubica entre los municipios de Ensenada, San Felipe y San Quintín. De este último se localiza a solo 143 kilómetros, más o menos dos horas y 40 minutos si viajas en auto. Se trata de una zona montañosa que se comprende en su mayoría de bosques de coníferas y matorrales áridos que dictan en su mayoría su tipo de clima.
Sierra de San Pedro Mártir, el hogar del gato montés y el borrego cimarrón
Debido a su diversidad natural, el Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir es el hogar de una gran variedad de flora y fauna. Hay árboles de conífera y pino negro que durante el invierno se cubren de blanco, además de pastizales y chaparrales. Respecto a la fauna, en este sitio habita el puma, gato montés, borrego cimarrón, coyotes, venados y el cóndor de California, un tipo de ave que es originaria de Arizona, Utah y Baja California. Y solo como dato curioso, fue el primer parque natural en Baja California, decretado así en 1947.
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Las maravillas naturales del parque
Este parque natural en Baja California tiene diferentes maravillas a lo largo de sus 650 kilómetros cuadrados. Empecemos por su cerro más alto, conocido como Picacho La Providencia o Picacho del Diablo, que se eleva a 3096 ms.n.m. También está el Observatorio Astronómico Nacional de San Pedro Mártir, que se construyó en 1975 y que ahora tiene un telescopio para ver un cielo estrellado. Si quieres acampar ahí, lleva tu casa de campaña, tus propios alimentos y una buena cámara para capturar tus recuerdos.
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