Si hay un postre que podemos asociar con todos los momentos felices de la infancia —desde la indulgencia saliendo de la escuela hasta el ‘tentempié’ de las vacaciones por excelencia—, es el helado. Y es que es fresco, práctico, simple y tremendamente versátil, todo a la vez. La magia de este postre se extiende y continúa siendo un nicho de felicidad en la adultez, pues tiene la enorme virtud de ser un campo de exploración infinito para los amantes del arte del helado. Super Tyrano es una heladería artesanal en la Roma en la que la creatividad dialoga con la tradición para crear sabores muy familiares y sorprendentes a la vez, desde los que estamos acostumbrados a comer en su formato congelado hasta los que no habíamos imaginado poner en la nevera. ¿Lo mejor? El humor e ingenio de sus conos de dinosaurio.
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Los fanáticos de los postres que frecuentan Super Tyrano suelen coincidir en algo: siempre es un buen momento para comer helado, y aquello no tiene nada que ver con el clima. Por supuesto, el sorbete de mango suele ser un sabor de verano, y si se sirve en chamoyada, es el antídoto infalible contra el calor. Por otro lado, el helado de nata y frutos rojos es un apapacho que abraza la lengua mientras nos refugiamos en casa a ver la tele en los días lluviosos. Por suerte, esta heladería artesanal en la Roma tiene todas las opciones, desde los sorbetes más refrescantes hasta helados cremosos y reconfortantes, que además puedes pedir para llevar y compartir en casa.
Por supuesto, el ingenio de Super Tyrano los ha llevado a explorar todo tipo de sabores e ingredientes. Una de las ramas más interesantes de su menú abarca el maravilloso mundo de los destilados, desde el helado de ron hasta uno de choco-bourbon, perfecto tanto para amenizar una primera cita como para consentir un corazón roto. Por otro lado, esta heladería artesanal en la Roma tiene un lugar para todos régimenes alimenticios, y uno de los sabores más aclamados por el público es su exquisito helado vegano de higo.
Pero la joya de esta heladería son sus Dino Conos, un helado suave de distintos sabores servido en un juguetón cono disfrazado de dinosaurio. Y es que además de la diversión del concepto y la delicia de pensar en un helado ‘soft serve’ de pan tostado o de sorbete de mango —servidos con toda la magia de las máquinas de helado de antaño—, este ícono de Super Tyrano nos recuerda que el helado es, ante todo, un postre para dejar ir las pretensiones y permitirnos un poco de humor.
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Además de helados ‘duros’ y suaves, aquí podrás probar una deliciosa galleta helada de nata con frutos rojos que trae de regreso el único postre de la infancia más glamouroso que el helado solo: el sándwich de helado. Para los días calurosos, también puedes probar sus aguanieves de temporada —en estas fechas puedes encontrar uno de blueberry y sorbete de mango francamente espectacular—, o bien un kombucha con manzana y especias muy refrescante, pero que ya empieza a hacerle guiños al inminente clima de otoño.
Vale la pena destacar que todos los helados que se producen en Super Tyrano buscan promover la economía local a partir del trato directo con pequeños productores, y que la mayoría de sus ingredientes son orgánicos y de temporada. Y como en esta heladería artesanal en la Roma es bien sabido que las delicias son aún mejores cuando se comparten, todos los martes son de 2×1 en sus barquillos.
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