¿Sabes cuál es el mejor vino? Pues el que a ti gusta. Esta verdad irónica, simple pero completamente cierta, la aprendimos en Terruño, un wine bar en la Roma ideal para ‘echar la copita’. Aquí se reúnen tanto los amantes del vino como aquellos que simplemente disfrutan de él, aunque no sepan mucho sobre el tema. Cualquiera que seas, todos son bienvenidos: aquellos que quieran relajarse leyendo, compartir momentos con amigos, disfrutar buena música o conocer gente nueva… todo, claro, con una copa en mano. Como ya habrás adivinado, aquí no se trata de pretender, es un lugar sencillo, para mentes abiertas y con la mejor vibra para descubrir nuevos vinos.

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Terruño, el hogar del vino mexicano en la CDMX
Terruño nació en el corazón de Alberto Moyeda, un coahuilense winelover con deseos de abrirle un hogarcito al vino mexicano en la CDMX, especialmente el que él mismo iba descubriendo y disfrutando en Coahuila. Además, tenía muy claro algo: no quería traer vinos comerciales, no porque sean malos, sino porque creía que hay productores independientes con vinos de alta calidad en México que merecen ser conocidos. Desde que abrió en plena pandemia en 2021, su proyecto ha sido un éxito, y hace poco celebraron su cuarto aniversario. Hoy, Terruño es un espacio donde el vino se siente como un buen amigo para todos.

Vinos únicos, arriesgados y responsables: la selección de Terruño
Al sentarte en la barra de Terruño o en alguna de sus mesitas al aire libre, tendrás la opción de elegir entre 10 a 15 etiquetas de vino provenientes de regiones como Parras, General Cepeda y Saltillo en Coahuila, Ensenada en Baja California, Moctezuma en San Luis Potosí, y Ezequiel Montes en Querétaro, por nombrar algunas. Cada mes, la selección se amplía con nuevas opciones. Moyeda también busca que los vinos sean de uvas poco comunes y con procesos de producción innovadores y arriesgados. Además, todos los vinos que promueve cumplen con un compromiso ambiental, desde el cultivo de la uva hasta el embotellado. En tu copa encontrarás vinos flexibles, complejos, bien estructurados y con cuerpo, pero sin ser demasiado pesados.

Un wine bar en la Roma para disfrutar y desconectar
La idea en Terruño es que disfrutes tu copa a tu ritmo, sin prisas. No hace falta acompañarla de un platillo elaborado, ya que el enfoque está en ese sorbo que te hace sentir bien. Solo encontrarás algunas tapas y botanas para picar, pero nada demasiado formal. Si prefieres otras bebidas, también tienen cervezas, mezcal y sotol. Otro gran detalle que destaca en Terruño es su decoración, que cambia cada cierto tiempo. Invitan a un artista para que decore las paredes, dándoles total libertad creativa, lo que le da un toque único. Así, mientras disfrutas tu copa, puedes perderte en los murales y los detalles, como la pared comunitaria donde los clientes dejan sus propios dibujos. Ya que el lugar es pequeñito, estos elementos lo terminan de hacer súper acogedor.

Música, talleres y buen vino: la experiencia completa en Terruño
La música juega un papel importante en la experiencia de Terruño. Algunos días de la semana, puedes disfrutar de DJs invitados o músicos en vivo. Además, siempre están en movimiento con pop-ups y colaboraciones con amigos de la industria. Un ejemplo reciente fue un taller con Las Pudencianas –un hotel vinícola de Parras–, donde nos enseñaron desde lo básico sobre el vino, como la forma correcta de tomar la copa e identificar vinos jóvenes y viejos, hasta cómo brindar de manera adecuada. Lo más divertido es que pudimos hacer nuestro propio vino: catar tres monovarietales, hacer nuestro ensamble, embotellarlo, ponerle el corcho, la etiqueta, y llevarlo a casa. Pronto habrá más actividades como esta, pero mientras tanto, ve a tomarte una copita y descubrir el vino que más te guste.
Dirección: Guanajuato 27B, Roma Norte, Cuauhtémoc
Página: @terruno_roma

¿Antojo de vinito?