Zacatecas puede presumir de su legado minero, de su belleza arquitectónica o de su gran biodiversidad, pero entre sus tesoros más preciados se encuentra el primer teleférico que llegó a México en 1979, y también, el primero con fines turísticos en todo el mundo. El recorrido de este viaje por las alturas comienza en el cerro de La Bufa y concluye en los yacimientos minerales del cerro del Grillo, se desliza a 86 metros de altura y recorre 642 metros de distancia. Los visitantes atraviesan la ciudad de Zacatecas en menos de una hora y pueden disfrutar de una vista panorámica desde donde se aprecian monumentos históricos como el Instituto Cultural de Zacatecas, el Museo Rafael Coronel o la Iglesia de Santo Domingo, así como las casas antiguas de cantera rosa, sus plazas, callejones, y el valle de montes que la rodean.
La idea de instalar un teleférico surgió de Ana María Rojas de Pámanes, esposa del entonces gobernador de la entidad, Fernando Pámanes. Se dice que la población la tachó de ‘loca’ porque no creían que un proyecto de tal magnitud pudiera llevarse a cabo. Pero apenas se necesitaron dos años para que una empresa francesa lo construyera y fue así como el 3 de octubre de 1979, fue inaugurado por el entonces presidente, José López Portillo. Este antiguo teleférico contaba únicamente con dos cabinas sin asientos, únicamente con capacidad para 14 personas y el operador. Cada cierto tiempo las dos cabinas partían desde los gigantescos arcos de medio punto y se encontraban a mitad del camino.
Funcionó por 37 años pero luego lo cerraron para modernizarlo y reabrirlo en 2016, actualmente cuenta con siete cabinas y una con piso de cristal, para los turistas más intrépidos, cada una con capacidad para cinco o seis personas como mucho. Se transita a 19 kilómetros por hora, cuenta con controles de seguridad automatizados y tiene más de 300 sensores que garantizan su correcto funcionamiento. Incluso cuenta con el sello de Viaje Seguro que otorga el Consejo Mundial de Viajes y Turismo. La antigua estación del teleférico ahora es un museo en donde se pueden apreciar las viejas cabinas.
Para llegar al teleférico hay que subir por un largo sendero de calles y escaleras empedradas. El viaje redondo tiene un precio de $160 para adultos, y $80 para niños menores de 10 años y personas de la tercera edad. Hay un descuento del 50% para los ciudadanos de Zacatecas. El teleférico también tiene recorridos nocturnos, a partir de las 6:00 p.m. en adelante. Además del museo, este atractivo turístico cuenta con una Cámara Oscura, un pequeño cuarto con un orificio en el techo donde se encuentran un par de espejos que forman un lente cóncavo. En la parte de arriba hay una torre que gira a 260 grados y con ayuda del sol se refleja una imagen en un plato dentro del cuarto. Se apagan las luces para que los visitantes vean reflejada la ciudad en tiempo real, un atractivo solar muy bonito y sorprendente.
Aprovechando la subida puedes pasar a la falda del cerro de La Bufa, que está impregnada de un color verde esmeralda debido a la mineralización. Encontrarás el Observatorio de La Bufa, donde podrás apreciar una vista de 360 grados de toda la belleza de Zacatecas. A unos pasos encontrarás algunas esculturas de personajes icónicos de la batalla de Zacatecas, como al general Felipe Ángeles, Pánfilo Natera y a Doroteo Arango, mejor conocido como Pancho Villa. También puedes conseguir algunas artesanías y disfrutar la tarde con unas deliciosas enchiladas zacatecanas.