El Pueblo Mágico de Malinalco es famoso por su clima cálido, su atmósfera serena, sus paisajes montañosos y su cercanía a la CDMX. Este destino de descanso es popular para vacacionar, pues si bien es posible relajarse y pasar los días lánguidos junto a una alberca o paseando por sus callecitas adoquinadas, también cuenta con varios sitios cargados de historia. Uno de ellos es la zona arqueológica Cuauhtinchán, conocida comúnmente solo como ‘la zona arqueológica de Malinalco’. No obstante, lo que no todo el mundo sabe es que se trata de un sitio único, pues todo el recinto está labrado en una piedra, convirtiéndose en uno de los pocos templos monolíticos en el mundo.
Un tesoro en la montaña
Para descubrir el esplendor de la zona arqueológica de Cuauhtinchán, tendrás que subir alrededor 400 escalones que se abren paso entre el bosque en la ladera del monte Texcaltepec. El sitio se encuentra a 125 metros de altura, labrado directamente sobre la montaña. Además de su sorprendente historia, el lugar es famoso por ofrecer algunas de las mejores panorámicas del pueblo, el cual reposa plácidamente en el valle.
Si bien la zona arqueológica de Cuauhtinchán es bastante menos conocida que otros sitios construidos por los mexicas, se trata de un templo único en México. Estas imponentes estructuras están labradas en piedra en una sola pieza, lo cual las convierte en increíbles obras arquitectónicas. Este tipo de construcciones monolíticas son contadas en el mundo, como Ellora en el sur de la India, Petra en Jordania o Abú-Simbel en Egipto. En América, podemos encontrar tan solo un par de ejemplos más en Perú.
Un templo ceremonial para los guerreros de élite
El nombre Cuauhtinchán deriva de un término náhuatl que evoca la figura de los guerreros águila y ocelote, los más altos rangos de la jerarquía militar de los mexicas. Así pues, este centro ceremonial labrado en roca fue el sitio donde se llevaron a cabo los rituales de iniciación. Las construcciones datan del siglo XV y principios del siglo XVI, es decir, apenas unas décadas antes de la llegada de los españoles. También conocido como ‘el cerro de los ídolos’, este es un espacio cargado de energía que incluso hoy conserva un esplendor derivado de su imponente estructura que sobrevuela el valle, así como de su poderoso pasado.
Sin duda, uno de los sitios más espectaculares para descubrir en este sitio arqueológico es el Cuauhcalli, el templo principal. Labrado en forma de serpiente directamente sobre la montaña, la entrada se encuentra en la boca del reptil —algo común en algunos templos mexicas—, cuya lengua bífida de piedra se extiende como una alfombra para invitarnos a pasar. Tanto en el exterior como en el interior, podemos encontrar representaciones de águilas y ocelotes.
Visitar la zona arqueológica de Cuauhtinchán
La zona arqueológica de Cuauhtinchán se ubica al Poniente de Malinalco, a solo 10 minutos en coche y 40 caminando desde el centro del pueblo. Si vienes desde la CDMX, llegarás en aproximadamente dos horas, y poco más de una hora desde Toluca. El sitio está abierto de martes a domingo de 10:00 a.m. a 4:00 p.m., pero debes tener en cuenta que el último acceso es a las 3:00 p.m.
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