La cocina también es un fenómeno cultural, reflejo no solo de las tradiciones gastronómicas de cierta región, sino también de sucesos históricos que definen la identidad de una población. Cuando se habla de cocina judía, se habla de un mapa culinario extenso y migratorio, perceptible a través de recetas familiares y sabores de remembranza tradicional que no son tan fáciles de reunir dentro una misma propuesta. Mishiguene es un restaurante que lo logra a la perfección, de los recintos culinarios más emblemáticos en Argentina y ahora con un nuevo espacio en la CDMX. Te contamos más sobre él.
¡Coman, disfruten y compartan!
TE PUEDE INTERESAR: Vive un viaje por Italia y el Medio Oriente de la mano de dos grandes chefs
Desde hace muchos años, Mishiguene se ha consolidado como uno de los recintos gastronómicos más especiales en Argentina, mismo que ahora extiende su propuesta hasta la Ciudad de México para inaugurar un restaurante de cocina judía y raíces migratorias. Desde 2017, su espacio en Argentina forma parte de los Latin America’s Best Restaurants, reconocido internacionalmente por la expresión de sabores de su menú, así como por el cuidado preciso a la técnica en cada una de sus preparaciones.
La cocina de Mishiguene corre a cargo del chef Tomás Kalika, formado como cocinero en Jerusalén –Israel— y con más de 25 años de trayectoria profesional que lo han llevado por cocinas de todo el mundo. Afirma que la línea conductora de su restaurante es la ‘memoria emotiva’, por lo que ofrece un menú de trasfondo histórico y familiar, destacando recetas antiguas y sabores casi olvidados, aromas representativos de los hogares judíos, y una reinvención vanguardista de sus recorridos culinarios.
En cuanto a su espacio en la CDMX, podría decirse que Mishuiguene se establece como una gran cocina acompañada de sus comensales. La totalidad de sus preparaciones se desarrollan al centro del gran salón, en una cocina completamente abierta que se rodea de mesas donde tomar servicio y ver el espectáculo culinario detrás de cada plato. También hay una barra de coctelería y café en una esquina, al igual que una gran pared con retratos de personalidades judías, lo que le brinda al sitio una atmósfera de calidez familiar y honestidad reconfortante.
Se puede pedir a la carta –recomendamos los platos de temporada—, o bien optar por alguna de sus experiencias especiales. El menú degustación es un recorrido por la carta, historia y cultura de Mishiguene, con seis tiempos para compartir y la posibilidad de disfrutar también un maridaje de vinos; su Chef’s Table es perfecta para grupos más grandes, una mesa exclusiva para 10 personas, localizada en medio de su cocina y pensada para asegurar una visita más personalizada. Cualquier opción será garantía de una experiencia inolvidable.