Con sus casonas porfirianas y las calandrias abriéndose paso sobre el asfalto, Paseo Montejo es la calle emblemática de Mérida y una de las avenidas más bonitas de todo el país. Además de estar llena de historia, esta vía principal es rica en propuestas gastronómicas que van desde lo más tradicional hasta lo más contemporáneo, con opciones para todos los bolsillos. Yerba Santa, de la chef Nidia Sánchez, es una de las más recientes aperturas en la zona, y te asombrará no solo por la frescura y delicia de su menú, sino también porque se encuentra dentro de una de las casonas más espectaculares de todo Paseo Montejo.
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Hablemos primero del icónico inmueble que aloja Yerba Santa: el Minaret. Su nombre se deriva del alto mirador con influencia morisca desde el cual se pueden apreciar vistas privilegiadas de Paseo Montejo. La casa fue construida para el Dr. Álvaro Medina y su familia en 1908, donde se alojaban en sus visitas a la ciudad. Aunque no se conserva el mobiliario original, está amueblada con sillones, espejos, vitrinas y recámaras de la época. Además del restaurante, cuenta con terrazas, jardines y salones interiores que se pueden visitar e incluso rentar para eventos.
El día de hoy, al fondo de la casona se encuentra Yerba Santa, un restaurante a cargo de la chef Nidia Sánchez cuyo menú está conformado por una propuesta de comida mexicana contemporánea que busca crear una experiencia única y completa al fusionar el presente y el pasado en todos los sentidos. De esta forma, rescata la tradición y la entrelaza con las mejores tendencias de la cocina moderna, para crear platillos propositivos y del todo auténticos.
Si existe una gastronomía rica en sabores e historia, es la yucateca, y Sánchez juega con las recetas, los procesos y los ingredientes para crear platillos que son un goce de sabores y texturas que, además de todo, te van a hacer sacar el celular para tomar montones de fotos. Entre los favoritos de la casa figuran el Atardecer del Minaret —una entrada ultra fresca a base de camarón seco, sandía, atún y una mezcla de chiles yucatecos— y El Kraken —pulpo al grill servido con papas baby confitadas al romero, mayonesa de poro quemado y emulsión de chile guajillo—.
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Para acompañar los platillos, no te puedes perder la coctelería de la casa, donde encontrarás tragos clásicos y de autor para refrescar las tardes calurosas. Ni qué decir de los postres, entre los cuales figuran varias delicias como los sorbetes de maracuyá, limón con chaya y lima con chía, que recuperan los sabores más emblemáticos de Yucatán y los convierten en una auténtica arma contra el calor.
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