El estado de Puebla es un territorio rico en muchos aspectos, ya que no sólo alberga ciudades llenas de historia y patrimonio cultural, sino también destinos característicos por su esencia natural y biodiversa. Honey es de los más especiales, ubicado apenas a dos horas de la CDMX y ofreciendo a sus visitantes la posibilidad de apreciar hasta 10 cascadas naturales, manantiales refrescantes y una atmósfera sumamente acogedora. Te contamos más al respecto.
Para quienes busquen una escapada refrescante —y express— desde la CDMX, Honey es uno de los destinos predilectos a visitar en Puebla. Se trata de un municipio ubicado justo sobre la majestuosa Sierra Norte de Puebla, un verdadero tesoro escondido que espera ser descubierto por los aventureros y amantes de la naturaleza. ¿Su atractivo principal? Un circuito de senderismo por el bosque conformado por 10 cascadas paradisíacas.
Sin duda alguna, realizar el circuito de las 10 cascadas –denominadas El Salto, Arcoíris, Cañón del Sumidero, del Ángel, del Beso, de los Duendes, del Paraíso, Senda de Luz, Fuente de Vida y Agua Clara— es actividad imperdible en Honey, ya que oculta desde caídas de agua de imponente altura hasta pequeñas cascadas escondidas entre la vegetación exuberante. Cada una de ellas tiene su propio encanto y carácter único, ofreciendo a sus visitantes una oportunidad perfecta para admirar su belleza orgánica, relajarse en sus alrededores y disfrutar de un refrescante chapuzón en sus aguas cristalinas.
Cabe destacar que, en caso de optar por el circuito anterior, será necesario contar con una condición física relativamente buena, ya que el trayecto dura un mínimo de cuatro horas –se sugiere contratar un guía privado–. Además de esta maravilla de la naturaleza, Honey ofrece la posibilidad de sumergirse en infinidad de experiencias de aventura, como senderismo, caminatas por la montaña y recorridos en tirolesa.
Lo mejor de todo es que Honey cuenta con una sorprendente riqueza de flora y fauna, por lo que durante cualquier experiencia se podrán apreciar todos tipo de plantas endémicas y animales como coyotes y conejos silvestres. Si bien el destino puede conocerse de entrada por salida, vale la pena considerar el hospedaje en alguna de sus cabañas acogedoras, esto para dormir inmerso en su entorno natural y consentirse con una visita mucho más relajada.