La gastronomía yucateca es uno de los grandes orgullos de la cocina mexicana, con sus sabores repletos de notas cítricas y condimentos inconfundibles que se van componiendo a partir de técnicas ancestrales para conformar platillos únicos. Respaldada por esta enorme tradición culinaria que encuentra sus raíces en el pasado maya de la región y en los procesos de mestizaje de la época colonial, la cocina yucateca se ha convertido en un terreno de experimentación para muchos chefs, dando pie a algunos de los restaurantes más memorables no solo por las delicias que ofrecen en su menú, sino también por la riqueza de los ingredientes y la técnica detrás. A cargo del chef Roberto Solís, Nectar es uno de los principales exponentes de la ‘Nueva Cocina Yucateca’ que revolucionará tu idea de la comida tradicional de la península.
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En Nectar la brújula que dirige la cocina son la pasión por la gastronomía y el deseo de innovar. A partir de la exploración de ingredientes endémicos y de temporada, el chef y su equipo recuperan los sabores más representativos de la gastronomía yucateca con audacia y singularidad, con una propuesta culinaria de alta cocina, pero en ningún momento pretenciosa. El espacio es un reflejo del menú: un diseño moderno pero con evidentes influencias de las tradiciones más arraigadas de las comunidades artesanas de la península, como las lámparas de barro de las que emana una luz suave y cálida, la vajilla de cerámica y las sillas de mimbre.
Conocido como el creador de la ‘Nueva Cocina Yucateca’, el chef Roberto Solís es pionero en técnicas gastronómicas y fiel a las tradiciones culinarias y a la historia de Yucatán. En esta cocina, el mestizaje es parte innegable del desarrollo identitario del estado, por lo que a lo largo del menú aparecen guiños a la cocina internacional. Dos ejemplos de este homenaje a la comida tradicional yucateca que sí o sí tienes que probar si vienes a comer a Nectar son el panucho de venado y el queso relleno —con el tradicional ko’ol, salsa de tomate rústica y habanero asado—, ambos deleites que nos recuerdan desde la primera mordida por qué la comida de este estado tiene la fama que tiene.
Para los amantes de la carne, la chuleta de cerdo —con adobo de chapulines, gochujang, chiles tatemados, puré de papa, vinagreta de lima y supremas de cítricos— será un verdadero manjar para probar toda la península en un solo bocado. O bien, si buscas algo más ‘monchoso’, la hamburguesa de cordero servida con mayonesa de hierbabuena, queso feta y papas al mojo de ajo.
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Aunque la gastronomía yucateca se basa mucho más en los productos y las proteínas terrestres que en los marinos, no podemos negar la enorme influencia del océano en las prácticas y la cultura de la región. Por ende, Solís integra ingredientes del mar de forma magistral a partir de platillos como la tostada de sashimi de pescado blanco —con salsa de hierbas molcajeteadas y puré de ajonjolí— y el pulpo maya —preparado con tomatillo fermentado, longaniza de Valladolid, queso cotija y aguacate local—.
Finalmente, el postre no se perdona en Nectar, pues en esta sección encontrarás algunos de los platillos más sorprendentes de la nueva comida yucateca del chef Solís. Para hacer frente al calor, te recomendamos el sorbete de guanábana con fideos udon, leche de coco y jengibre, una mezcla de sabores y texturas que te volará la cabeza. Ahora, para los amantes de algo un poco más ‘tradicional’, el risotto de plátano es una reinterpretación del clásico arroz con leche que te enamorará: arroz con cremoso de plátano, vainilla y plátano manzano brulée.
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