Se dice que el mismísimo André Bretón, tras visitar México a finales de la década de los 30, declaró a nuestro país como ‘el más surrealista del mundo’, e incluso que Salvador Dalí afirmó que jamás regresaría al territorio mexicano puesto que ‘no soportaba estar en un lugar más surrealista que sus pinturas’. Si bien es cierto que estas declaraciones provenían más bien de las costumbres y estilos de vida del todo distintos a los del viejo continente, tampoco podemos negar que en México abundan espacios cuya belleza emana de una naturaleza onírica, como es el caso de Ranchito Cascabel, un parque arquitectónico inspirado en el estilo orgánico y moderno de Gaudí en Barcelona, pero a solo unas horas de la CDMX.
Ubicado a cuatro horas de la CDMX y a solo media de San Miguel de Allende, Ranchito Cascabel es uno de esos lugares que parecen sacados de un sueño. El nombre del sitio se explica por sí mismo: basta con seguir las curvas de sus muros de hormigón hasta descubrir las cabezas de dos serpientes enormes que te dan la bienvenida. Pero estas no son las únicas estructuras zoomorfas alrededor de la propiedad, y uno de sus mayores atractivos es recorrerlo para encontrar todas las formas que se esconden en sus paredes y ventanas.
Este parque arquitectónico nació no como una atracción turística, sino como la casa familiar de Tim Sullivan (de hecho, el lugar también es conocido como Timmyland). Fascinado por la arquitectura orgánica y la obra de Antonio Gaudí, el máximo representante del modernismo Catalán, Sullivan diseñó un edificio de formas inusuales y colores vibrantes que echaran a volar la imaginación e invitaran a quienes habitaban sus muros a reimaginar su vínculo con la naturaleza, pues además de todo, esta construcción es sustentable.
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El diseño orgánico de este parque arquitectónico no se limita a la fachada y a los muros exteriores, pues también el mobiliario en el interior de la casa continúa ese juego de colores, líneas sinuosas y luces y sombras. Debido a que Ranchito Cascabel sigue siendo propiedad privada, es necesario hacer una reservación vía WhatsApp antes de visitarlo, y aunque no cuentan con hospedaje, es posible visitar el lugar y pasar la tarde descubriendo sus formas secretas.
Para complementar tu visita, a un costado de Ranchito Cascabel se encuentra el Museo de Arte Popular Rancho Jaguar, el cual alberga una ecléctica colección particular de arte popular de distintos rincones de México y América Latina —con algunas piezas de los Grandes Maestros del Arte Popular Mexicano—, así como objetos religiosos y algunas ‘curiosidades’. El museo también cuenta con grandes jardines con diferentes cactáceas y plantas desérticas para terminar el recorrido en sus escenarios únicos.
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