Quienes crecimos en la CDMX recordamos con cariño los fines de semana en la icónica Feria de Chapultepec, días especiales dignos de recuerdo que muchas veces acompañaron celebraciones de cumpleaños o las visitas de los primos que venían de visita. Hace algunos años, la feria cerró sus puertas con la promesa de volver a abrirlas como parque público después de una restauración rigurosa. Hace unos días, finalmente se cumplió la promesa y el Parque Aztlán recibió de nuevo a todos los visitantes deseosos de descubrir este nuevo espacio, sobre todo la icónica rueda de la fortuna Aztlán 360.
Si la Feria de Chapultepec sobresalía por su emblemática montaña rusa de madera blanca que se alzaba prometedora sobre en Periférico, el ícono de Parque Aztlán es la rueda de la fortuna Aztlán 360, la cuál encendió sus luces desde hace meses y se ha convertido ya en parte del skyline de la ciudad. Con 85 metros de alto y 40 cabinas, esta es la segunda rueda de la fortuna más alta de Latinoamérica. A lo largo del recorrido —que dura alrededor de 20 minutos— se pueden apreciar monumentos como el Ángel de la Independencia, el Castillo de Chapultepec, el Zócalo, Palacio Nacional y la Basílica de Guadalupe. Todas las cabinas están climatizadas, tienen capacidad para seis personas e incluso cuentan con un sistema de Bluetooth para que pongas tu propia música.
Adicionalmente, Parque Aztlán ofrece atracciones que cumplen con las certificaciones internacionales de seguridad y que además celebran la cultura popular mexicana a partir de temáticas como La Cucaracha, La Quebradora, La Rocola Chocona, el Molinete, La Mocha, la Patada Voladora y el Molinillo, así como atracciones con distintos temas, como el Astrolumpio y la Montaña Jurásica. Otro imperdible para tomar las mejores fotos es el clásico carrusel. Vale la pena recordar que la entrada al parque será totalmente gratuita, y solo tendrás que pagar por los juegos a los que desees subir a través de una tarjeta recargable.
Además de todo tipo de juegos mecánicos, se sumarán a la experiencia dos atracciones inmersivas: Quinto Sol —que cuenta la leyenda del origen de Aztlán— y Siniestro —una casa de los sustos de realidad virtual que revive el hospital de San Pablo—. Por otro lado, para honrar a las clásicas ferias mexicanas, tendrán una sección de juegos de destreza para poner a prueba tus habilidades y llenarte de premios. Otro de los atractivos de toda feria es la comida, y aunque todavía no están abiertos todos los restaurantes que se espera tener en Parque Aztlán, ya puedes encontrar tacos, hamburguesas, piernas de pavo gigantes, helados y malteadas para recargar energía durante tu visita.
No está de más hablar sobre el compromiso de Parque Aztlán con el medio ambiente y la sustentabilidad. El 50% de los espacios está dedicado a áreas verdes que continúen con el paisaje natural de Chapultepec, mientras que todas las planchas están hechas de hidrocreto, el cual permite que toda el agua de la lluvia se filtre hacia los mantos acuíferos en lugar de acumularse en el suelo. Por otro lado, el parque asume una responsabilidad cultural a partir de la apertura de la nueva sede del Museo Dolores Olmedo, la cual presentará importantes colecciones de Diego Rivera y Frida Kahlo.
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