Cuando se trata de destinos para visitar en Querétaro, las opciones son variadas y ofrecen maravillas únicas dignas de conocer un viaje a la vez. San Joaquín es uno de los pueblos menos conocidos de Querétaro, con una enorme riqueza cultural e histórica, e increíbles paisajes naturales que emocionarán a los entusiastas del ecoturismo. Basta con manejar un par de horas desde la capital del estado, tres desde San Miguel de Allende y cuatro de la CDMX para descubrir este pueblo de casas de colores escondido entre los bosques en la montaña.
Enclavado en la Sierra Gorda, San Joaquín es un pueblo en Querétaro que ofrece tesoros para todos los gustos, desde sitios arqueológicos, pinturas rupestres y un brillante pasado minero para los amantes de la historia, hasta miradores, cascadas, grutas e incluso un parque natural para quienes persiguen la aventura. Sin duda, esta es una escapada perfecta si sientes que nada te vendría mejor que un fin de semana de ‘pueblear’ y sumergirte en la naturaleza.
Qué hacer en San Joaquín, Querétaro
Este pueblito envuelto entre montañas en la sierra queretana es perfecto para ‘pueblear’ por sus calles adoquinadas alineadas con casitas de colores. Vale la pena dedicar algunas horas para conocer su Iglesia Parroquial y la Plaza Principal, y después visitar la Casa de las Artesanías para descubrir los increíbles muebles de madera, los adornos tallados y los bordados que realizan los artesanos de la zona. En cuanto a la gastronomía, este es un gran destino en Querétaro para probar barbacoa de borrego tradicional, o bien probar el cerdo en salsa verde, el chicharrón de res y los tamales.
Cada año, San Joaquín celebra un puñado de fiestas a las que vale la pena asistir. No obstante, quizá la más importante sea el Concurso Nacional de Baile de Huapango, el cual se lleva a cabo el primer fin de semana de abril y maravilla a sus invitados con concursos, bailes y mucha música. Este festival celebra las tradiciones mexicanas que resultan de la fusión de los ritmos prehispánicos y los bailes españoles, y recibe participantes de distintas aportes del país que llegan a este pueblo en Querétaro con el propósito expreso de bailar.
Legado histórico de San Joaquín, Querétaro
Como muchos otros pueblos de la región, la historia de San Joaquín se remonta a la época prehispánica, cuando se asentaron aquí los jonaces, huastecos y pames, quienes eventualmente abandonaron la zona al decrecer los niveles de los ríos. No obstante, dejaron tras de sí grandes construcciones que perduraron al paso del tiempo y aún se yerguen entre los pinos y encinos. Los sitios arqueológicos Ranas y Toluquilla son dos de los exponentes más representativos de las culturas serranas, pues debido a su ubicación estratégica, controlaban el acceso a la Sierra Gorda.
Ya desde aquella lejana época prehispánica, esta era una zona de enorme tradición minera. Antes de la llegada de los españoles, las comunidades florecieron gracias a la explotación del cinabrio, un pigmento natural rojizo muy demandado entre distintos pueblos mesoamericanos. Después de la conquista, la minería se convirtió en una de las principales actividades que trajeron esplendor a la Nueva España. San Joaquín se fundó propiamente en 1724 y no se dedicaba a la extracción de oro y plata, sino de mercurio.
Maravillas naturales en San Joaquín, Querétaro
Por supuesto, si partimos de que San Joaquín es una de las puertas de la Sierra Gorda queretana, entonces no será sorpresa descubrir que aquí los paisajes naturales te robarán el aliento. Este pueblo en Querétaro está rodeado de lugares que permiten conectar con el entorno tanto desde la contemplación como desde la aventura. Por ejemplo, puedes visitar las cascadas Maravillas y El Durazno —donde se conservan incluso pinturas rupestres—, o bien adentrarte al fondo de la tierra en la gruta de los Herrera. También es posible admirar las panorámicas y tomar las mejores fotos desde sus miradores (como el de La Crucita, el de San Antonio o el de La Escondida), así como pasar el día en el Parque Nacional Campo Alegre, el cual cuenta con áreas para picnic y asadores, así como una zona para acampar e incluso cabañas para quienes deseen pasar aquí la noche.
¡Viajen, disfruten y compartan!