En el corazón de Michoacán, en medio de frondosos bosques entre las cuales se pueden descubrir varias cascadas y sitios que le enchinarán la piel a lxs amantes del ecoturismo, existe un lugar perfecto para conocer más sobre la cultura purépecha, comer como nunca y conocer más sobre el esplendor colonial del estado. Uruapan es la segunda ciudad más importante de Michoacán, pero conserva una atmósfera apacible y pintoresca repleta de barrios de edificios virreinales que te harán sentir como en una postal.
El legado purépecha de Uruapan
Uruapan fue una de las primeras ciudades fundadas tras la llegada de los españoles en el siglo XVI, pero en ningún momento renunció a su herencia purépecha, cuya cultura sigue viva a través de la fascinante gastronomía, la música prehispánica y las preciosas artesanías que todavía se fabrican aquí. De hecho, en Michoacán encontramos las raíces de dos tesoros que la UNESCO consideró dignos de portar el título de Patrimonio de la Humanidad: la cocina tradicional mexicana y la pirekua (música purépecha). Por su parte, el Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos es el más grande de Latinoamérica, y cada año atrae a miles de artesanos de la región para ofrecer impresionantes piezas de madera, textiles, alfarería, joyería y piezas de maque.
A las afueras de Uruapan, en camino hacia Pátzcuaro, se encuentra el sitio arqueológico de Tingambato, un asentamiento anterior al apogeo del señoría tarasco, habitado entre el año 200 y el 900 d.C. Sus construcciones muestran una fuerte influencia teotihuacana, y se caracterizan por las fachadas de los cuartos decoradas con el clásico sistema talud-tablero. En excavaciones recientes, se encontraron rastros de un gran incendio, lo cual nos indica que todavía nos falta mucho por conocer sobre este lugar y su historia.
Qué hacer en Uruapan
Esta ciudad se conforma de varios barrios que son la ocasión perfecta para salir a ‘pueblear’, pues muchos de ellos se fundaron en el siglo XVI y aún conservan grandes construcciones de la época. Uno de los más famosos es el Templo de San Francisco, también conocido como San Francisquito, cuyos muros aún conservan una serie de grabados y pinturas, así como una portada plateresca digna de admiración. También vale la pena visitar la capilla en el barrio de San Juan Bautista —donde también se encuentra la casa más angosta del mundo (mide tan solo 1.42 metros de ancho)—, la antigua fábrica textil en el barrio de San Pedro, y la Capilla de Santiago —que se ubica en una loma y ofrece panorámicas muy lindas de los alrededores—.
Por su parte, en Uruapan también hay varios museos que vale la pena recorrer, pues muchos además se encuentran en edificios históricos. Por ejemplo, el Museo de Arte y de Tradición Indígena se encuentra en La Huatápera, un edificio virreinal que se utilizó como albergue y hospital, y que hoy aloja cuatro salas dedicadas a exhibir la riqueza cultural de los pueblos de la región. Por otro lado, el Museo Municipal se ubica dentro de la Casa de la Cultura de Uruapan y exhibe piezas arqueológicas, mientras que el Museo Fray Juan de San Miguel preserva y difunde la cultura purépecha, sobre todo a través de artesanías.
Gastronomía michoacana
Vale la pena recordar que cuando la UNESCO decidió otorgarle a la cocina tradicional mexicana el título de Patrimonio de la Humanidad, lo hizo basándose en el caso de la gastronomía michoacana. Y es que esta tradición culinaria es el resultado de todo un proceso histórico que nos habla de los vínculos con la tierra desde antes de la llegada de los españoles, pero que además ha sabido adaptarse a los gustos y las técnicas contemporáneas. El Mercado de Antojitos es una parada imperdible en tu visita a Uruapan, pues aquí podrás encontrar versiones muy auténticas de la comida típica del lugar, como las corundas, los tamales, el churipo de res y la barbacoa.
Cascadas y ecoturismo cerca de Uruapan
Esta ciudad michoacana se encuentra inmersa entre espléndidos paisajes boscosos, no demasiado lejos del famoso volcán Paricutín. De hecho, el pueblo colinda directamente con el Parque Nacional Barranca del Cupatitzio, el cual te robará el aliento con sus cuerpos de agua que se abren paso entre la vegetación. Aquí mismo se encuentra el manantial del que nace el río Cupatitzio, el cual abastece de agua a Uruapan y sus alrededores. A lo largo del recorrido por el parque podrás encontrar más de diez cascadas y varias fuentes dignas de fotografiarse.
Ahora bien, si buscas algo más de aventura, puedes dirigirte al Centro Ecoturístico La Tzaráracua, donde también encontrarás una cascada con una caída de 60 metros, así como muros para practicar rappel, un área para acampar y dos tirolesas que sobrevuelan los barrancos de una montaña a otra. Además, cuentan con varias amenidades que van desde baños y zona de asadores hasta canchas de voleibol y basquetbol.