Esta es la iglesia cubierta de lava que podría ser Pompeya pero está a unas horas de la CDMX

Todxs hemos visto aquellos cuadros del Dr Atl cuyos colores intensos y texturas saturadas retratan el momento de la explosión del volcán Paricutín en 1943. Para ser más precisos, lo que el artista estaba plasmando era más bien el estrepitoso nacimiento del volcán, una mole de piedra, humo, ceniza y lava que emergió de la tierra borrando por completo del mapa al poblado de Paricutín y convirtiendo en un fantasma de piedra volcánica a la comunidad purépecha de San Juan Parangaricutiro, del cual hoy en día solo sobrevive una iglesia cubierta de lava que podría ser Pompeya, pero en realidad es Michoacán.

paricutín dr atl
Foto: «Paricutín», (1943). Dr Atl

México es un país famoso por sus paisajes volcánicos que a veces parece de otro planeta. Aunque estamos acostrumbradxs a mirar colosos como el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl, el Pico de Orizaba y el Volcán de Colima y pensar que estos llevan ahí desde los inicios del tiempo, la realidad es que el planeta es materia viva en constante evolución y movimiento que en cualquier momento puede alterar su topografía sin consideración alguna por los asentamientos humanos que afecte. Así, un 20 de febrero a las 4:00 p.m., la tierra se abrió entre los poblados de Paricutín y San Juan Parangaricutiro y de sus entrañas brotó un volcán que haría erupción por última vez tan solo nueve años más tarde, pero sus rastros quedarían inmortalizados en esta iglesia cubierta de lava que todavía se puede visitar en Michoacán.

iglesia San Juan Parangaricutiro
Foto: Shutterstock
explosión Paricutin
Foto: Shutterstock

Afortunadamente, ni el nacimiento ni la erupción estromboliana del volcán Paricutín dejaron víctimas humanas, pues hubo tiempo de evacuar a los habitantes de los pueblos colindantes antes de que los alcanzara la lava. De hecho, después de un éxodo rural, estas comunidades llegaron a la ex-hacienda Los Conejos para reconstruir sus vidas y formar el municipio de Nuevo San Juan Parangaricutiro. De la antigua iglesia cubierta de lava se pueden observar el ábside y el altar, así como la torre izquierda abriéndose paso entre la roca volcánica, mientras que la derecha estaba apenas en construcción cuando la alcanzó la piedra incandescente. 

San Juan Parangaricutiro
Foto: Shutterstock
iglesia cuvierta de lava
Foto: Shutterstock

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