Dentro de la enorme variedad de restaurantes internacionales que ofrece la Ciudad de México, la cocina árabe es uno de los nichos más emocionantes para explorar. Situado en el corazón de Coyoacán, El Sheik es uno de los pocos restaurantes egipcios donde podrás probar una exquisita muestra de los sabores más representativos de este país, que por su historia y ubicación geográfica, ha sido el punto de encuentro de la cultura y los sabores mediterráneos, árabes y africanos.
El Sheik abrió sus puertas en 1983, y desde entonces lleva más de 40 años ofreciendo una paleta de sabores, aromas y texturas muy representativas de la gastronomía del otro lado del mundo. Este restaurante egipcio busca brindar a sus huéspedes una experiencia amigable, única y auténtica que invita a pedir platos al centro y a perderle el miedo a comer con las manos. Ya sea que elijas pedir a la carta o descubrir el buffet —que los fines de semana se ameniza con un show de danza árabe—, aquí encontrarás porciones generosas y platos honestos y reconfortantes.
El menú de El Sheik incluye un poco de todo, desde los clásicos como el hummus, el baba ganoush y el jocoque —que aquí se sirve en tres preparaciones distintas— hasta algunas recetas un poco más exóticas, como el fatoush —ensalada de verdolagas con jitomate, pepino, cebolla y chips de pan pita frito y sumac— y las aceitunas empanizadas rellenas de queso shanklish y servidas con dip de jocoque con habanero.
Vale la pena destacar que este restaurante egipcio en Coyoacán también ofrece varios platos vegetarianos, como el Koshari —el plato típico de Egipto: arroz, lentejas, pasta y cebolla frita servidos con salsa de tomate y garbanzos—, el cous cous (créenos, muy diferente al que se sirve en otros lados) y las tradicionales hojas de vid, que pueden ir rellenas de carne y arroz, o bien de arroz con lentejas.
Por su parte, la carta de bebidas ofrece complementos perfectos para acompañar estos platos, y sobre todo, opciones muy refrescantes para hacer frente al calor. La coctelería de la casa es el espacio donde este restaurante egipcio se permite más guiños a las tradiciones mexicanas, pues aquí preparan tragos como el Morito Tonic —Arak, ron, agua tónica y hierbabuena—, el Flor de Karkadé —agua de jamaica con canela y mezcal— y el Mezcal Maracuyá —soda de maracuyá y cardamomo con mezcal—.
Finalmente, si eres amante de los finales felices, los postres de este lugar te harán llorar de felicidad. No es ningún secreto que los dulces árabes son un agasajo que no escatima en pastas crujientes, rellenos cremosos, miel a borbotones y condimentos para acentuar cada sabor. Aquí podrás consentirte con un espectacular Pay de dátil con nuez, un Baklava Cheesecake o un clásico Konafe hecho con pasta filo rellena de nata con miel árabe. No te olvides de balancear el postre con un café turco elaborado en un cezve tradicional, que puedes pedir caliente o en forma de carajillo.
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