A tan solo dos horas de la CDMX, se encuentra Huasca de Ocampo, el primer Pueblo Mágico de México que sigue sorprendiendo a sus visitantes ya sea por su belleza natural, por sus grandes atractivos o simplemente por los mitos y leyendas que siguen vigentes y que lo han convertido en un destino místico. Tal es el caso de la leyenda o historia de los duendes de Huasca de Ocampo, unas criaturas mágicas que se dice son seres protectores de los bosques y la naturaleza de la región.
Como todo mito y leyenda, la historia de los duendes de Huasca de Ocampo, no ha pasado desapercibida en este Pueblo Mágico, pues hasta la fecha, es una de las narraciones más sonadas y comentadas entre locales y nuevos viajeros, quienes visitan este destino con la intención de conocer más acerca de estos seres místicos. Tanto así que en este sitio es posible encontrar el Museo de los Duendes, un espacio dedicado 100% en conocer las historias y leyendas que giran en torno a estos elfos.
¿Cuál es la leyenda de los duendes de Huasca de Ocampo y de dónde proviene?
Se dice que, durante la época prehispánica, el dios Quetzalcóatl proveía de amaranto a la región de Huasca. Este alimento era considerado sagrado y era utilizado como una pasta que posteriormente se usa para esculpir figuras de dioses. Un día, en las canastas donde provenían estas semillas se encontró un duende y se dice así comenzó su aparición en este distinto y, hasta la fecha siguien habitado el pueblito.
Desde entonces, estos duendes se convirtieron en fieles guardianes del bosque y de las tierras de Huasca de Ocampo, así como del medio ambiente. Se dice que también ayudaron a los mineros a realizar los trabajos más pesados. Estos elfos aunque suelen medir de 15 a 60 centímetros son muy traviesos, pues pueden esconder cosas e incluso suelen hacer trenzas en las crines y colas de los caballos. Para los pobladores no son considerados seres malos, sino grandes guardianes de la tierra.