La que hoy es una de las colonias más trendy de la CDMX, famosa por su vida nocturna, su oferta gastronómica, su actividad cultural y sus camellones enarbolados, hace no demasiado era un barrio residencial donde abundaban las grandes casas familiares. Más que un simple proyecto inmobiliario, Casa JuliAna busca preservar ese espíritu comunitario y familiar de la zona, conservando la esencia del edificio para alojar el primer restaurante cero-desperdicio de la CDMX y la casa de huéspedes más linda de la Condesa.
El inmueble en el que se encuentra Casa JuliAna data de la década de los 50, siguiendo la estética de la época, con espacios amplios y luminosos, y varios cuartos para acoger a las grandes familias de aquellos tiempos. Esta fue la casa del físico Julio César Margain, la filósofa Ana María Garciadiego y sus hijos Jorge y Analuz. Tras la muerte del matrimonio hace algunos años, sus descendientes decidieron hacer honor a la antigua residencia familiar —siempre llena de libros, mascotas y música— conservando su atmósfera viva y acogedora al abrirla al público a través de una casa de huéspedes y un restaurante.
Esta casa de huéspedes en la Condesa cuenta con seis habitaciones para estancias cortas. Cada una tiene una identidad propia, pero comparten un diseño que fusiona los materiales originales de la casa, con una estética más contemporánea —con el sello del estudio de interiorismo Savvy Studio— que asegura también todas las amenidades para hacer de cualquier estancia un gozo absoluto. Otro de los espacios imperdibles de Casa JuliAna es el rooftop, con una pequeña sala de estar para disfrutar de un momento de sosiego que contrasta con el ajetreo de la calle y para disfrutar del skyline de los rascacielos de Reforma.
Para redondear la propuesta y complementar la experiencia, Arca Tierra, Silo Londres y Tuétano se preparan para inaugurar Baldío, el primer restaurante cero-desperdicio en la CDMX. La columna vertebral que sostiene este proyecto no se encuentra en la Condesa, sino en los canales de la zona chinampera de Xochimilco, donde Arca Tierra trabaja de la mano con agricultores locales para preservar las técnicas de cultivo ancestrales y de bajo impacto ambiental. Sin duda, esta es una de las propuestas más emocionantes de las que habrá que estar pendientes los próximos años, la cual se alínea con el objetivo de Casa JuliAna de crear un espacio que respete y celebre las costumbres más auténticas de la capital mexicana.
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Sitio Web: casajuliana.mx
