Si hay un rinconcito culinario que ha sorprendido tanto a mexicanos como extranjeros ese es, sin duda, Mignon. Esta panadería y repostería francesa irrumpió en la colonia Cuauhtémoc hace aproximadamente cuatro años y, desde entonces, ha estado en la mira de los comensales, quienes al pasar quedan hipnotizados por el exquisito olor de pan recién horneado y el café que queda impregnado en las paredes y que sobresale en el aire.
Mignon se destaca por ser una panadería y repostería francesa artesanal que ha sabido muy bien cómo combinar las técnicas de la cocina francesa junto con ingredientes mexicanos. Esto ha dado como resultado un menú súper delicioso que no solo se reduce a la venta de panes o pasteles, sino que ha escalado a tal grado que ahora se ofrece ricos desayunos para iniciar la mañana con energía y buena actitud.
Tal como sucede con el ‘pain perdu’ o pan francés como es mejor conocido en México. Este plato dulce es uno de los platillos más sobresalientes de la carta. Pues no existe alguien que hasta el momento se haya resistido a probarlo. Este rico postre está elaborado con pan brioche, es servido con queso camembert y acompañado con zarzamoras, menta, nuez y un toque de miel de mezquite. Es de consistencia súper suave y de un dulzor incomparable.
Se puede acompañar con un espresso, americano, capuccino y hasta flat white. Para quien lo prefiera un chai latte, té mignon, chocolate con cardamomo y hasta porqué no un carajillo de lavanda o un aperol spritz. Cabe destacar que además de este rico pan, esta panadería francesa en la Cuauhtémoc ofrece otras delicias como rol de canela, croissant, chocolatín, panqué de plátano, éclairs, pastel de zanahoria, mil hojas y tiramisú. También hay opciones saladas como croissant de jamón y queso y hasta los clásicos chilaquiles.