Entre las maravillas naturales que el universo nos ha regalado, existe una en particular que está llena de historia y misterio. Sin embargo, visitarla es una visita obligada en el bucket list de cualquier viajero pero especialmente entre los más intrépidos y fanáticos de las aventuras. Se trata de El Peñol de Guatapé, un monolito que hasta la fecha es uno de los sitios turísticos más visitados.
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El Peñol de Guatapé o ‘La Piedra del Peñol’ como también es conocido, se encuentra ubicado dentro del municipio colombiano Guatapé, en el departamento de Antioquía. La belleza de este monolito se caracteriza principalmente por su altura y por ser una roca de gran tamaño de forma homogénea – ya que solo está conformado por una pieza –. De acuerdo con los registros, este monolito mide 240 metros de alto y para llegar a la cima es necesario subir 715 escalones.
Aunque hoy en día este monolito es meramente una atracción turística imperdible y llegar hasta la cima vale completamente la pena – pues desde ahí se tienen las vistas más espectaculares de este pueblo colombiano – su historia detrás es fascinante. Según el Museo Histórico del Peñol, durante la época prehispánica este monolito era utilizado como centro de rituales. Sin embargo, durante el período de la colonización la tierra aledaña fue utilizada como zona de cosecha.
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Como todo lugar emblemático, El Peñol de Guatapé también tiene sus mitos y leyendas que adornan su historia. Algunos habitantes de la zona dicen que este monolito es en realidad un meteorito que cayó a la Tierra. Hay otros que dicen que es una formación volcánica. Lo cierto es que ya se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más importantes de Guatapé y por ende una visita obligada dentro del pueblo.
Para llegar a esta formación rocosa se recomienda contratar un tour y así vivir una experiencia mucho más cercana con el entorno y con la historia que lo rodea. Este monolito se encuentra a una hora y 47 minutos partiendo desde Medellín, de Bogotá es necesario tomar un vuelo o manejar durante aproximadamente ocho horas. Y si se visita desde cualquier otra parte del mundo es necesario llegar al aeropuerto de Medellín y tomar la ruta hacia este pueblo pintoresco.
