Justo en medio de Baja California y Baja California Sur, en el punto donde ambas colindan, se ubica Guerrero Negro, un lienzo donde la naturaleza pinta con brochazos extremos. Es el lugar donde vastas dunas de arena se funden con una laguna cristalina, y en donde un mar embravecido acaricia inmensos senderos de sal. Definitivamente un paraíso lleno de contrastes que desafía la imaginación, donde la vida se aferra a los rincones más inhóspitos desplegando un espectáculo tan irreal que parece sacado de una película de ciencia ficción. En este escenario fascinante, exploradores y soñadores encuentran un mundo que cautiva con su belleza surrealista y su enigmática diversidad. Para comprenderlo, vayamos por partes…
Un hogar de la ballena gris
Guerrero Negro, situado en el municipio de Mulegé en Baja California Sur, alberga la impresionante Laguna Ojo de Liebre, un tesoro dentro de la Reserva de la Biosfera de El Vizcaíno, la mayor área protegida de México y una de las más biodiversas del planeta. Este rincón del mundo es famoso por ser el hogar de las ballenas grises que, cada año, migran a la laguna entre diciembre y abril para reproducirse y dar a luz. Gracias a este fenómeno natural, Guerrero Negro se ha convertido en uno de los destinos más destacados para la observación de estas majestuosas criaturas. Durante la temporada de migración, la laguna se transforma en un vibrante escenario de vida marina, con diversas compañías locales que ofrecen emocionantes tours para experimentar de cerca el mágico encuentro con las ballenas grises.
La salinera más grande del mundo
La fundación de Guerrero Negro se remonta a 1950, cuando Daniel Ludwing, un visionario estadounidense decidió instalar una salinera para abastecer la demanda de sal de la costa oeste de los Estados Unidos. La salina se instaló alrededor de la laguna costera Ojo de Liebre aprovechando los salitrales del lugar, sin imaginarse que algún día esta empresa se convertiría en la salina más grande del mundo, con una producción de siete millones de toneladas de sal al año que son exportadas a los principales centros de consumo de la cuenca del Pacífico. En 1973, Ludwig vendió la empresa al gobierno mexicano y a la corporación Mitsubishi. La empresa se ha distinguido no solo por su crecimiento y su rentabilidad, sino también por el progreso que han alcanzado sus más de mil empleados, su comunidad y su entorno ecológico. Otro de los atractivos turísticos de Guerrero Negro es esta empresa salinera, que ofrece recorridos guiados de 35 kilómetros por las extensas salinas que regalan un paisaje único. Se pueden apreciar enormes montañas de sal, así como pocitas de agua salada que simulan ser hielo pero son bloques de sal.
Dunas de arena
Las dunas de arena en Guerrero Negro, también conocidas como Dunas de la Soledad, son un extenso campo de arena que se extiende a lo largo de la costa, creando un contraste fascinante entre el desierto y el mar. Estas formaciones de arena son el resultado de la acción del viento, que a lo largo de miles de años ha moldeado el paisaje de esta manera. Estas dunas son ideales para practicar actividades como el sandboarding o simplemente disfrutar de un paseo en vehículo todo terreno. En esta parte también se pueden apreciar una gran diversidad de especies de aves, reptiles y mamíferos.
Un destino turístico completo
El poblado de Guerrero Negro ofrece una variada gama de hoteles y alojamientos que se adaptan a todos los presupuestos, además de restaurantes que sirven auténtica comida regional basada en productos del mar. Los visitantes también encontrarán tiendas de artesanías locales y todos los servicios necesarios para disfrutar de su estancia. Cerca del poblado, se encuentran importantes sitios arqueológicos con fascinantes pinturas rupestres, entre las que destacan las de la Sierra de San Francisco y la Sierra de Santa Marta. Estas montañas albergan numerosas cuevas y abrigos rocosos donde los antiguos habitantes de la región dejaron testimonio de sus creencias, historias y vida cotidiana. Las pinturas representan una amplia variedad de figuras humanas, desde cazadores y chamanes hasta animales como ballenas, venados, borregos cimarrón y aves. Para explorar estas joyas del arte rupestre, es recomendable contratar a un guía local especializado, quien te llevará a los lugares más significativos y te ofrecerá una explicación detallada sobre el significado de las pinturas.