¿Te ha pasado que estás en el bar y no sabes qué ordenar? Aunque el camarero siempre puede darte una recomendación, nunca está de más conocer algunos de los cócteles elegantes más populares del momento. Quizá no estés tan familiarizado con los nombres de todos, pero si sabes lo que llevan, es mucho más fácil hacer una elección acertada. Así, la próxima vez que vayas a un bar, no solo sabrás qué pedir, sino que podrás guiar a tus amigos como todo un experto. A continuación, algunas de las opciones más sofisticadas que están en auge, para que te sientas seguro y con estilo al momento de ordenar.
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Spritz St. Germain
El Spritz St. Germain es un cóctel fresco y elegante que ha ganado mucha popularidad en los últimos años. Es una versión del clásico Spritz, pero con un giro único gracias al St. Germain, un licor francés artesanal hecho a base de saúco con toques de cítricos, pera, durazno y frutas tropicales. Este licor, creado en 2007, es uno de los más exclusivos de Francia y ha recibido varios premios internacionales, como el ‘Monde Selection’ y el ‘Chairman’s Awards’. El Spritz St. Germain lleva solo cinco ingredientes: el licor St. Germain, vino espumoso, cava o prosecco, agua con gas y una rodaja de limón amarillo. Lo mejor es que se sirva en copa de vino blanco. Es perfecto como aperitivo, para acompañar una comida ligera o simplemente para disfrutar en una tarde relajada. Ideal para quienes buscan cócteles suaves y refrescantes.
Tom Collins
El Tom Collins es un cóctel clásico que nunca pasa de moda. Aunque su origen no está del todo claro, se dice que nació en Inglaterra a mediados del siglo XIX. Los ingredientes clave del Tom Collins son: ginebra, que le da un toque seco y herbal; jugo de limón, que aporta ese toque ácido; azúcar, para equilibrar la acidez del limón con un poco de dulzura; y agua con gas, que le da las burbujas y la frescura que lo caracterizan. Se sirve en un vaso tipo Collins, adornado con una rodaja de limón y una cereza marrasquino. Su sabor cítrico y ligeramente dulce lo hace super refrescante y fácil de disfrutar. Es perfecto para los amantes de la ginebra y los sabores cítricos.
Limoncello Martini
El Limoncello Martini es una deliciosa versión del clásico Martini, pero con un toque italiano y un sabor cítrico que lo hace fresco. Sus ingredientes principales son el Limoncello, un licor italiano hecho con limones, que le da ese sabor único, entre dulce y ácido. El vodka, que aporta la fuerza y cuerpo al cóctel, y el jugo de limón fresco, que balancea la dulzura del limoncello y le añade un toque de acidez. Se decora con una rodaja de limón o una cereza marrasquino, y se sirve en una copa de cóctel para darle un aire sofisticado. El resultado es uno de los cócteles elegantes más equilibrados, perfecto para ocasiones especiales. Ideal para paladares que prefieren bebidas suaves con sabores cítricos y dulces.
Bourbon Old Fashioned
Este cóctel es perfecto para los amantes del whisky. Su ingrediente principal es el Bourbon, un tipo de whisky estadounidense que le aporta un sabor característico, con notas de caramelo, vainilla y especias. Lleva azúcar para balancear el sabor, agua con gas y bitters, –una mezcla fermentada de granos, principalmente de maíz y cereales como cebada, centeno y trigo–. Su sabor es predominantemente dulce, ligeramente amargo y con un toque ahumado característico del bourbon. Se puede decorar con una rodaja de naranja pero ojo, la calidad del bourbon influirá mucho en el sabor final del cóctel. Es perfecto para quienes disfrutan de sabores complejos y una experiencia de coctelería clásica.
Negroni Sbagliato
El Negroni Sbagliato es otro cóctel que ha ganado mucha popularidad en los últimos años. Su nombre, que en italiano significa ‘Negroni equivocado’, tiene una historia bastante curiosa. Se dice que nació a principios de los años 70 en el Bar Basso de Milán, cuando un barman llamado Mirko Stocchetto, al preparar un Negroni clásico, cometió un ‘error’ y, en lugar de añadir ginebra, usó prosecco. Así, el Negroni Sbagliato se compone solo de tres ingredientes: Prosecco, que le da burbujas y frescura; Vermut rojo, que aporta dulzura y complejidad; y Campari, que le da ese color rojo característico y un toque amargo. La diferencia del prosecco en lugar de ginebra, hace que el Sbagliato sea más ligero, con un sabor más afrutado y menos amargo.
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