Inmerso en la Selva Lacandona, a medio camino entre Palenque y San Cristóbal de las Casas, Ocosingo es un pueblo en Chiapas repleto de tesoros escondidos al que no obstante llegan pocos turistas. Se trata de un sitio cuya historia y riqueza natural han dotado de una identidad única, el cual se mantiene fiel a su cultura y tradiciones para conservar una atmósfera auténtica. Ya sea que te consideres un aventurero o que prefieras el turismo cultural, Ocosingo sin duda merece una visita.
Qué hacer en Ocosingo, Chiapas
La historia de Ocosingo se remonta a siglos atrás, pues fue un pueblo Tzeltal importante. Todavía hoy se conserva un legado cultural vigente. Con la llegada de los españoles, los misioneros centraron sus esfuerzos en esta comunidad, dando pie a edificios icónicos como la Iglesia de San Jacinto de Polonia —una construcción dominicana de arquitectura barroca que data del siglo XVI—. Otros sitios de interés dentro del pueblo son La Pila de Agua y la Presidencia Municipal —de arquitectura porfiriana—. También vale la pena notar que este pueblo también fue uno de los principales bastiones del EZLN.
Quesos, miel y artesanías
Si bien Ocosingo, Chiapas tiene montones de atractivos históricos y naturales, es su producción artesanal lo que le ha dado su fama. Por las tardes, el mercado de Ocosingo se convierte en un espectáculo de colores, aromas y sabores. Además de todo tipo de ingredientes y alimentos, también podrás encontrar textiles y bordados preciosos para llevar contigo a casa.
Aquí se producen todo tipo de lácteos, pero sobre todo queso de bola y queso Chiapas, lo cual quiere decir que tienen una gran tradición tanto con quesos de gran añejamiento como con quesos frescos. Otra de las actividades importantes para la comunidad es la apicultura, y también se han hecho famosos por su miel y productos derivados. Al encontrarse en medio de la selva, no resulta demasiada sorpresa que la madera sea otra de las materias primas que se aprovechan en la artesanía, sobre todo en la elaboración de muebles de mimbre.
Un tesoro en medio de la naturaleza
La Selva Lacandona es el pulmón natural más grande de México, y Ocosingo es uno de los mejores lugares en Chiapas para hacer base y salir a descubrir los grandes tesoros que esconde este magnífico ecosistema. Por ejemplo, Chan-kin forma parte de la región conocida como El Gran Petén, y es un Área de Protección de Flora y Fauna considerado como un ‘puente ecológico’ de más de 12,000 hectáreas que conecta con Guatemala. Por otro lado, la Reserva de la Biósfera Lacan-Tun es habitada por indígenas lacandones, choles y tzeltales, quienes conviven con una diversa fauna local como el tapir, la nutria de río, el jaguar, el ocelote, el mono araña y el cocodrilo.
Más de 70 sitios arqueológicos
Bastará con manejar un rato desde Ocosingo, Chiapas para descubrir más de 70 sitios arqueológicos cercanos. Entre los más famosos destacan Yaxchilán, Bonampak y Toniná. El primero colinda con Guatemala, a orillas del río Usumacinta, y fue uno de los centros socio-económicos más importantes de la civilización maya. Por su parte, Bonampak es una de las zonas arqueológicas más famosas de Chiapas, pues tuvo su auge en el periodo clásico —entre el 650 y el 850— y conserva bellísimos murales maya. Finalmente, la zona arqueológica de Toniná conserva la pirámide más alta de todo México.
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