Si naciste en México, seguro que alguna vez tu abuelita te arropó, protegió y cargó con su rebozo cuando eras un bebé. ¡Qué bendición! El rebozo, esa prenda tan especial, es mucho más que un simple accesorio: también se usa como herramienta de trabajo, como adorno y, con el paso de los años, se ha convertido en un símbolo profundo de nuestra identidad. ¿Sabes de dónde proviene este icónico textil? La cuna del rebozo mexicano tiene lugar en Santa María del Río, un Pueblo Mágico al norte de San Luis Potosí, a tan solo 45 minutos de la capital. Con solo caminar por sus calles, es fácil entender el profundo cariño con el que esta prenda abraza a su gente. Aquí te decimos todo lo que puedes encontrar en este lugar único en el mundo.

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Santa María del Río, la capital mundial del rebozo
El arte de hacer rebozos tiene sus raíces en los pueblos originarios, especialmente entre los indígenas otomíes, que usaban las tilmas, –mantas de algodón que los campesinos llevaban como capa–. Estas tilmas no solo servían como vestimenta, sino también para cargar objetos. Con la llegada de los españoles, las tilmas se fusionaron con las mantillas españolas, dando origen a una nueva prenda: el rebozo, que comenzó a tejerse en telares de cintura. Para finales del siglo XVI, el rebozo ya era un símbolo distintivo de las mujeres mestizas, negras y mulatas. Durante la Revolución Mexicana, se convirtió en un ícono de las soldaderas y en 2016, el rebozo y su oficio fueron reconocidos como patrimonio cultural de San Luis Potosí.


Descubre el arte del rebozo en el Pueblo Mágico de Santa María del Río
En Santa María del Río nació el rebozo más famoso: el de bolita. Pero hay muchos otros diseños populares, como el de barbilla, el palomo y la chalina, que es de un solo color. Si visitas este pueblo, puedes ver los talleres de los artesanos que siguen usando la técnica ikat para teñir los hilos y el tradicional telar de cintura para tejerlos. Cada proceso depende del diseño, el tipo de hilo y la complejidad del punteado. Uno de los talleres que puedes conocer es la Escuela del Rebozo, en pleno centro de la ciudad. También tienes que pasar por el Museo del Rebozo, el único en el mundo dedicado a preservar, promover y divulgar esta prenda originaria del Pueblo Mágico. Allí podrás ver carretes de hilo antiguos y otros artefactos utilizados en la manufactura del rebozo. Además, cada año, en la primera quincena de agosto, se celebra la Feria del Rebozo, con una pasarela que exhibe diseños únicos de artistas reconocidos, cabalgatas, danza folclórica y pirotecnia.


El Reloj Monumental de Santa María del Río
Además de ser famosos por sus rebozos, Santa María del Río tiene otro gran tesoro: su reloj monumental, uno de los más originales de México. Está ubicado en la plaza principal Martín Bautista y fue construido para celebrar el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución. Lo que hace tan especial a este reloj es su diseño, lleno de símbolos que representan al pueblo, desde los patrones del rebozo hasta flores, frutos, platillos típicos de la región y la imagen de la Virgen local. Desde que se construyó, se ha convertido en el punto de encuentro de los habitantes y el spot perfecto para la foto del recuerdo. En la misma plaza, podrás admirar edificios antiguos y casonas coloniales, ya que este pueblo fue un destino de descanso para los más adinerados de la capital. Por supuesto no te puedes perder la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, un convento franciscano construido en el siglo XVII.


Otros encantos que no puedes perderte de Santa María del Río
Aprovecha tu visita a este Pueblo Mágico para disfrutar de sus delicias gastronómicas, como el camote enmielado, el queso de tuna, los muéganos y la famosa campechana, un pan artesanal de hojaldre espolvoreado con azúcar y untado con cajeta. No puedes dejar de recorrer las haciendas potosinas, que formaban parte del sistema de explotación minera del pueblo. Algunas de las más conocidas son la Hacienda de Lourdes, Villa Quemada, Badillo y Labor del Río. En este recorrido, descubrirás cómo vivía la gente de esa época. Si buscas una aventura, sube al Cerro El Original, una de las formaciones rocosas más altas de la zona, desde donde tendrás una vista espectacular de Santa María del Río. No dejes de sorprenderte con todo lo que este Pueblo Mágico tiene para ofrecer, pues el rebozo es solo uno de sus muchos tesoros.



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