Si eres de quienes no conciben un puente o un fin de semana especial sin una escapada para conocer los rincones más mágicos del centro del país, hay un pueblo que definitivamente no puede faltar en tu lista. La historia y la tradición de Huamantla, Tlaxcala se mantienen vivas a través de las fiestas, la arquitectura y la gastronomía que todavía se conservan vigentes. Este lugar, rodeado de haciendas pulqueras y conventos, que se cubre de coloridos tapetes de aserrín durante las fiestas patronales y sorprende con su destreza titiritera, se encuentra a solo dos horas y media de la CDMX y será el destino ideal para conocer la próxima vez que tengas unos días libres.


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Un rincón cobijado por la Malinche
Ubicado en el valle tlaxcalteco, a 2,400 metros sobre el nivel del mar, Huamantla deslumbra no solo por el arraigo de su cultura, sino también por sus paisajes naturales. Como telón de fondo, se alza el volcán La Malinche cubierta de bosques. De hecho, para los espíritus aventureros, Huamantla es la parada ideal antes de adentrarse en el Parque Nacional La Malinche para subir por su ladera.

Conventos y haciendas
Además de los bosques y las espléndidas vistas del volcán, Huamantla, Tlaxcala se destaca por los extensos campos de agave —los cuales tradicionalmente se dedican a la producción de pulque— que lo rodean, entre los cuales se yerguen increíbles haciendas. Algunas de ellas, como Soltepec, Tenexac y Santa Bárbara, ahora son preciosos hoteles con habitaciones amplias y bien ambientadas, así como una gran variedad de actividades para conectar más con el destino y su cultura.

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El códice más grande del mundo
Sin duda, una parada imperdible en Huamantla es el Palacio Municipal, pues ahí se encuentra una reproducción del códice de Huamantla. Este se considera el códice más grande del mundo, y fue elaborado en papel amate en 1592, relatando los hechos ocurridos desde el siglo XII hasta el siglo XVII. Además, es uno de los pocos documentos de la cultura otomí de los que se tiene registro.

Tapetes, títeres y corridas de toros: la esencia de Huamantla
Como ya mencionamos, la gente de Huamantla, Tlaxcala mantiene sus tradiciones vigentes a partir de fiestas, celebraciones y actividades de todo tipo. Para empezar, notarás que este destino se desborda de colores, desde las fachadas afrancesadas de las casas hasta los tapetes de aserrín que cubren las calles durante la ‘Huamantlada’ en el mes de agosto. Sin embargo, incluso si visitas el pueblo en otras fechas, puedes acudir al Taller de tapetes y alfombras Servín y agendar una experiencia para no perderte el espectáculo.


Por otro lado, una costumbre un tanto menos conocida pero igual de prominente en Huamantl, Tlaxcalaa son los títeres. Durante tu viaje, puedes visitar el Taller de Títerearte Gerónimo, el Museo Nacional del Títere Rosete Aranda. De hecho, durante el mes de octubre se lleva a cabo el Festival Internacional de Títeres Rosete Aranda, en el que participan compañías nacionales e internacionales con funciones y coloquios.

Además, debemos mencionar que Huamantla tiene una larga tradición ganadera y taurina, con un Museo Taurino y algunas haciendas donde todavía hay lienzos para realizar corridas de toros. Si prefieres no participar activamente del espectáculo, pero sí te interesa aprender más sobre su historia, puedes visitar el Museo Taurino.

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Pulque, mixiotes, barbacoa y muéganos
Pero más allá de la arquitectura, las celebraciones y los paisajes naturales, Huamantla es un destino en Tlaxcala que ningún foodie se puede perder. No te pierdas el mole de matuma —también conocido como mole de ladrillo, un mole muy espeso con carne de res, chile guajillo, clavo, canela y semillas de cilantro—, los tamales azules y el atole agrio, los cuales puedes probar en el restaurante de la Hacienda Soltepec. Además, el maguey y el maíz son la base de la cocina de Huamantla, con platos como la barbacoa y los mixiotes. Si eres fan de los escamoles, te agradará saber que este manjar abunda en la zona, pues las hormigas ponen sus huevecillos debajo de los agaves.

Para el postre, ningún dulce más típico que los muéganos con piloncillo y anís. Pero si lo prefieres, también son famosas las calabazas, piñas y tamarindos cristalizados. Sin duda, la joya de la gastronomía de Huamantla es el pulque, que puedes probar natural o curado —es decir, mezclado con frutas para ofrecer un sabor y una textura diferente—.

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