Cuando pensamos en hacer una visita a un sitio arqueológico, casi siempre la primera opción que nos viene a la mente es Teotihuacan, –y sí, es increíble–, pero no es la única. Hay varias zonas arqueológicas cerca de la CDMX que también tienen muchísima historia, estructuras impresionantes y detalles únicos que vale la pena descubrir. Desde pirámides escondidas bajo iglesias hasta antiguos observatorios solares, cada una de estas zonas ofrece una experiencia diferente. Lo mejor es que están tan cerca que se prestan perfecto para una escapada de fin de semana en familia, con amigos o incluso para una salida diferente en solitario. Aquí te contamos sobre algunos de estos lugares que, aunque no son tan famosos como Teotihuacan, te van a sorprender igual.

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Zona Arqueológica Pañhú, Hidalgo
A solo dos horas y media de la CDMX está la Zona Arqueológica de Pañhú, en Tecozautla, Hidalgo. Este lugar es una joyita poco conocida que te lleva directo a los tiempos de la cultura Xajay, quienes habitaron la zona hace más de mil años. Pañhú, que en otomí significa ‘camino caliente’, no solo impresiona por sus estructuras de piedra y barro decoradas con diseños geométricos, sino también porque se cree que fue un observatorio solar y un sitio sagrado dedicado al dios del fuego viejo, Otontecutli. Y si después de explorar te quieres relajar, cerquita hay aguas termales para cerrar el día con broche de oro. El sitio abre todos los días de 9:00 a.m. a 5:00 p.m., y la entrada cuesta solo $80 pesos.

Zona Arqueológica de Cacaxtla, Tlaxcala
Si te gustan los lugares con historia y arte, necesitas conocer Cacaxtla. Esta zona arqueológica, ubicada en Nativitas, Tlaxcala, a dos horas de la CDMX, es única porque está cubierta por una enorme estructura metálica que protege algo muy especial: sus murales. Y no son cualquier mural. Son obras maestras prehispánicas, llenas de color y muy bien conservadas, que muestran escenas de batallas, deidades y simbolismos relacionados con la cosmovisión mesoamericana. Todo esto está en el famoso Gran Basamento, una estructura piramidal que también te deja ver la planificación urbana tan sofisticada con plazas, templos y palacios. El sitio abre de miércoles a domingo de 10:00 a.m. a 6:00 p.m., y la entrada cuesta $85 pesos, pero si eres estudiante, maestro, menor de 13 o adulto mayor, entras gratis.


Zona Arqueológica de Xochicalco, Morelos
A tan solo dos horas y media de la CDMX, en el municipio de Miacatlán, Morelos, este sitio prehispánico te sorprende con su historia, arquitectura y paisajes. Xochicalco tuvo su auge en el periodo Epiclásico, justo en la transición entre el declive de Teotihuacán y el surgimiento de Tula, y se convirtió en un importante centro político, religioso y comercial. La ciudad está diseñada con una planificación urbana compleja y cuenta con plazas, templos, juegos de pelota y estructuras defensivas como murallas y fosos. Uno de sus puntos más emblemáticos es la Pirámide de la Serpiente Emplumada, con relieves que muestran la influencia de distintas culturas mesoamericanas. Además, el sitio alberga un observatorio astronómico, –una cueva esculpida en la roca–, que se utilizaba para estudiar el sol. También puedes visitar su museo de sitio, donde se exhiben piezas encontradas en la zona. Abre todos los días de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. y la entrada cuesta $100 pesos.
Página: FB Zona Arqueológica de Xochicalco

Zona Arqueológica de Cholula, Puebla
Otra de las zonas arqueológicas cerca de la CDMX es la de Cholula, Puebla, a solo dos horas de la CDMX. Este sitio alberga Tlachihualtépetl, la pirámide con la base más grande del mundo. Su construcción tomó varios siglos, y debido a su tamaño y forma, los españoles no se dieron cuenta de que era una pirámide y construyeron en la cima la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, creando una mezcla única de historia prehispánica y colonial. La pirámide cuenta con túneles explorados que revelan sus diferentes etapas de construcción y murales. También encontrarás el Patio de los Altares, donde se realizaban rituales religiosos. Cholula fue un importante centro religioso y comercial desde el periodo Preclásico, y también escenario de hechos históricos como la matanza llevada a cabo por Hernán Cortés. El lugar cuenta con un museo que complementa muy bien la visita con piezas arqueológicas encontradas en la zona. La entrada general cuesta $80 pesos y es gratuita para estudiantes, maestros y personas con credencial del INAPAM, puedes visitarla de lunes a viernes de 10:00 a 17:00 horas.

Zona Arqueológica de Tula, Hidalgo
De las zonas arqueológicas cerca de la CDMX, Tula es una de las más impresionantes por la fuerza simbólica y visual que transmite desde el primer vistazo. Ubicada en el estado de Hidalgo, este sitio fue la capital de la cultura tolteca, una civilización que destacó por su arquitectura, escultura y desarrollo comercial durante el Posclásico temprano. Lo que más llama la atención son los famosos atlantes: esculturas de más de cuatro metros de altura que representaban guerreros y que sostenían el templo principal sobre la Pirámide B, también conocida como la pirámide de Tlahuizcalpantecuhtli. Además de estas figuras, en el sitio puedes recorrer espacios como el Palacio Quemado, el Coatepantli, –muro de serpientes– y el Tzompantli –muro de cráneos–, todos ellos llenos de simbolismo. La leyenda de Quetzalcóatl también está estrechamente relacionada con este lugar, ya que se cree que fue uno de sus gobernantes. Tula se encuentra a dos horas de la CDMX, está abierta todos los días de 9:00 a.m. a 6:00 p.m., y la entrada general cuesta $100 pesos.


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