Pocos lugares pueden decir que sobrevivieron a la Revolución Mexicana, pero esta hacienda lo logró, y no solo sigue en pie: está más viva y espectacular que nunca. A tan solo media hora de Cuernavaca y dos horas de la CDMX, escondida entre los campos de Morelos, se encuentra la Hacienda Acamilpa, un tesoro histórico rodeado de jardines exuberantes y construcciones antiguas. Fundada en 1604 por el Colegio de Cristo, hoy es un homenaje al arte, a la jardinería y al buen vivir. Aunque puedes hospedarte para vivir la experiencia completa, también puedes ir solo a desayunar o comer. Pero aquí, al sentarte a la mesa, lo haces en medio de la historia, la tranquilidad y una belleza natural que conquista a cualquiera.
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Un vistazo al pasado: la historia de la Hacienda Acamilpa
Pero antes de contarte sobre el desayuno o la comida que te espera en este lugar, vale la pena conocer un poco sobre la historia de la Hacienda Acamilpa. En su época, se especializaba en la cosecha y procesamiento de caña de azúcar, llegando a producir unas 2,400 toneladas al año. Su azúcar incluso fue reconocida internacionalmente por su calidad para la repostería. Pero, como ya decíamos, durante la Revolución Mexicana la hacienda fue saqueada y parcialmente destruida. Pasó muchos años en el abandono, hasta que en la década de 1960 un empresario de la industria editorial decidió rescatarla y transformarla en lo que es haqoy: un santuario de jardines espectaculares y rincones que invitan a celebrar la vida, ya sea con una buena comida, un evento especial o una escapada de fin de semana.
El brunch y la comida en un entorno único
Ahora sí, hablemos de la experiencia gastronómica. Aunque la Hacienda Acamilpa se especializa en la organización de eventos y la hospitalidad, también es un lugar perfecto para disfrutar de un buen desayuno, comida o cena. Eso sí, no es un restaurante convencional: su enfoque está en la privacidad y la personalización, por lo que tienen un límite de comensales diario y es necesario hacer una reservación. Una vez hecha, puedes elegir dónde disfrutar tu comida, ya sea en sus hermosos jardines, al lado de la alberca o en la explanada, siempre rodeado de naturaleza. La oferta gastronómica celebra lo mejor de la cocina mexicana con toques modernos y frescos. Si optas por el brunch, por $800 por persona disfrutarás de fruta de temporada, un plato fuerte, jugo, café o té, y una bandeja de pan fresco hecho por panaderos locales de Morelos. Si prefieres comer, el menú cuesta $1,200 por persona e incluye una entrada, un plato fuerte y un delicioso postre.
Disfruta el confort en la Hacienda Acamilpa
Por supuesto, después de tu comida puedes explorar cada rincón fascinante de la hacienda. Recorrer su capilla, perderte entre los hermosos jardines o admirar las construcciones del siglo XVI que le dan un toque único y lleno de historia. Y si tienes la oportunidad de hospedarte, no lo dudes ni un segundo. Cuenta con solo diez habitaciones personalizadas, cada una fusiona el encanto histórico con el confort moderno. Las suites son amplias, con muebles antiguos tallados a mano, arte virreinal, azulejos de baño divinos y lujosa ropa de cama. Desde las habitaciones, tendrás vistas a los jardines y a los campos de caña. Solo toma en cuenta que el hotel es solo para adultos, y si quieres relajarte aún más, su piscina rodeada de arcos de piedra es el lugar ideal para terminar el día. Sin duda, una experiencia completa para desconectar de verdad y sumergirse en la magia de la historia y la naturaleza.
Dirección: Niños Héroes 20, Acamilpa, Morelos
Página: acamilpa.com
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