Cuando hablamos de destinos naturales en México, rara vez volteamos a ver a Colima. Y sin embargo, este pequeño estado guarda varias joyas escondidas que sorprenden por su belleza. Una de ellas es Los Amiales, un paraíso de aguas cristalinas perfecto para relajarse en agua fresca de manantial y disfrutar del entorno natural. Aunque es bien conocido entre los locales, pocos viajeros fuera del estado saben de su existencia, por lo que sigue siendo un rincón tranquilo, auténtico y todavía poco explorado. Esta joyita natural se encuentra en el municipio de Coquimatlán, a solo media hora de la ciudad de Colima, así que vale la pena tenerlo en el radar para tu próxima visita por la región.


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Cómo son Los Amiales, el balneario natural de Coquimatlán
Los Amiales nacen del Cerro de los Libros, llamado así por una formación rocosa que, vista a la distancia, parece un montón de libros apilados. El agua que fluye se distribuye entre varias pozas de color verde azulado y un río de aguas cristalinas, que son el principal atractivo de este balneario natural. Todo el lugar está rodeado de una vegetación frondosa y muy pintoresca, lo que hace que nadar aquí sea una experiencia refrescante y visualmente espectacular. El agua puede sentirse fría al principio, pero una vez que entras, el cuerpo se acostumbra rápido. Aunque no es muy profunda, las pozas son perfectas para nadar con calma. En algunas zonas incluso han colocado hamacas sobre el agua, ideales para recostarte y dejar que el manantial te refresque mientras te relajas.



Comida típica y palapas para descansar en Los Amiales
A lo largo del río encontrarás muchas ramadas y palapas con mesas, ideales para descansar a la sombra y disfrutar de la comida. Puedes llevar tu propio anafre y armar una carnita asada con la familia, o bien, elegir alguna de las ramadas que funcionan como restaurantes. Ahí se sirve comida regional y otros antojos, desde micheladas y chicharrones bien preparados, hasta carnitas, chamorros al horno, pescado frito, camarones y chacales. Pero la estrella local es el chigüilín, un pescado blanco típico de Coquimatlán que se prepara de muchas formas: en tamales, en mole con chile pasilla, en salsa roja, frito o en caldo. Si no lo has probado, este es un buen lugar para hacerlo.


Qué más hacer en Los Amiales además de nadar
Además de nadar en sus pozas de agua cristalina, Los Amiales también es un buen lugar para caminar. Hay senderos que permiten explorar los alrededores, subir a pequeñas colinas y disfrutar la vegetación, así que no olvides llevar calzado cómodo. Por su entorno natural, también es ideal para observar aves y otros animales. Otro detalle que le da vida al lugar es que, de vez en cuando, llegan grupos de mariachis, banda o músicos tradicionales que recorren el lugar, ambientando la visita. Y si quieres quedarte más tiempo, el sitio cuenta con áreas para acampar, perfectas para pasar todo un fin de semana en este paraíso. Los Amiales abre todos los días de 10:00 a 18:00 horas y la entrada cuesta $50 pesos por vehículo. Si quieres rentar una mesa con sillas, considera un extra de $100 pesos, y si te animas a acampar, el costo es de $200 pesos. Sin duda, un plan accesible y perfecto para desconectarse en uno de los rincones más bonitos, y poco conocidos, de Colima.
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