El chef francés Corentin Bertrand llegó a México hace 12 años, atraído por una novia mexicana, pero fue la cocina la que terminó robándole el corazón. Desde entonces no volvió a su país; al contrario, decidió quedarse y empaparse de los sabores, ingredientes y tradiciones de la gastronomía mexicana. En ese camino, tuvo la fortuna de trabajar con la reconocida chef Mónica Patiño, una de las figuras más respetadas de la cocina nacional. Juntos colaboraron en dos de sus restaurantes más emblemáticos –Casa Virginia y La Taberna de León–, hasta que a finales del año pasado surgió un tercer proyecto: Bistró 44, un espacio que combina la experiencia de Mónica con la creatividad de Corentin. El resultado es un bistró francés con alma mexicana. El restaurante está en pleno corazón de Polanco, justo frente al Parque Lincoln, y es un hermoso lugar con un menú que funciona igual de bien para una comida casual como para una celebración especial.


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Un bistró francés con alma mexicana
Aunque Mónica Patiño ha sido una gran guía y mentora en Bistrō 44, vale la pena aclarar que este proyecto está liderado y ejecutado por Corentin Bertrand –o Core, como todos lo llaman–. Cuando le preguntamos sobre el concepto del restaurante, lo deja claro: ‘No es comida francesa, es la comida de un chef francés en México’. Eso significa que ha tenido que tropicalizar algunos clásicos y encontrar ese punto medio entre lo que le gusta cocinar y lo que conecta con el paladar mexicano. Aun así, Core encuentra muchos puentes entre ambas cocinas: los tiempos largos de cocción, el amor por las salsas y la profundidad en los sabores. Ya no puede imaginar sus recetas de origen sin el toque especial de los ingredientes mexicanos. Y eso se nota en platos como su terrina de foie gras con compota de xoconostle a los tres chiles o su más reciente creación, un taco de pork belly que resume todo ese mestizaje culinario.


Lo mejor del menú Bistró 44
Aunque hay una fusión evidente de ingredientes mexicanos y franceses, el menú de Bistró 44 no se queda solo en eso, también ofrece clásicos franceses que sorprenden por su autenticidad. Un gran ejemplo es el fondue de queso, preparado con una mezcla de tres quesos importados de los Alpes franceses: comté, raclette y emmental. Apenas llega a la mesa, el aroma lo dice todo. Es perfecto para compartir, pero si lo prefieres, puedes pedir la tabla de quesos con brie, comté, queso de cabra y azul, acompañados de mermeladas de piña y frutos rojos, y pan de masa madre para armar tapas deliciosas. También hay entradas que reflejan esa mezcla de creatividad y sencillez como las verduritas del huerto rostizadas con yogurt griego y limón confitado, que son una joya. Y si quieres irte directo a lo clásico francés, no te faltarán opciones: desde los caracoles a la bourguignon y la sopa de cebolla gratinada, hasta el confit de pato con salsa de jamaica y blueberries encurtidos.



Del postre al cóctel: el final perfecto en Bistró 44
Otros platos estrella del menú incluyen los mejillones de Baja California al ajillo, el pork belly en salsa de mostaza con miel y puré de camote, o el robalo meunière sobre una cama de verduras, una delicia que no falla. Y como en toda buena comida, el cierre dulce es imprescindible. Aquí los postres son todo un espectáculo: desde el mousse de chocolate 70% cacao, hasta el clásico crème brûlée con vainilla de Papantla o el vacherin de vainilla con pistache. Aunque si te toca el profiterol de vainilla con salsa de chocolate servida al momento, prepárate para un verdadero poema visual y gustativo. Para acompañar, vale la pena probar alguno de sus cócteles de autor que también juegan con la fusión franco-mexicana: como el Heroica 1839, que lleva bourbon, aguacate, limón, leche evaporada y zarzamora, o el Infinito, un milk punch con ginebra, limón, yogurt, flor de saúco y zarzamora. También tienen una buena selección de vinos mexicanos, franceses y españoles, además de opciones sin alcohol.



Mejillones ilimitados a $680 por persona… y otras experiencias únicas
Además de todo lo que hay en la carta, Bistró 44 está estrenando experiencias que le dan un giro creativo y flexible al restaurante. Todos los miércoles puedes disfrutar de su noche de mejillones à la marinière, un festín de mejillones cocinados con vino blanco, mantequilla y perejil, acompañados de papas a la francesa. Por $680 por persona puedes repetir mejillones y papas cuantas veces quieras. Y si lo tuyo es dejarte sorprender, la Mesa del Chef es para ti. Es una experiencia tipo omakase donde el chef Core y su equipo preparan un menú degustación fuera de carta, solo disponible el último jueves de cada mes. Puedes reservar tu lugar y compartir mesa con otros comensales o armar un grupo privado de mínimo ocho personas, ideal para una celebración especial.

Tampoco podemos dejar de hablar del espacio: cada pared está decorada con tapices distintos, elegantes y modernos, que te hacen querer sentarte en cada rincón. Y con un servicio tan atento y platos llenos de cariño, Bistró 44 es de esos lugares que se disfrutan sin prisas y a los que sin duda vas a querer volver.
Dirección: Av. Emilio Castelar 44, Polanco IV Secc, Miguel Hidalgo
Página: bistro44.rest


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