La escena gastronómica en la Ciudad de México es una sorpresa incesante. Mientras que cada vez son más los restaurantes que abren sus puertas con propuestas de cocina fresca e innovadora, eso no significa que la satisfacción de descubrir nuevos rinconcitos culinarios disminuya en lo absoluto. Uno de los más recientes es Hugo, un Wine Bar que comparte banqueta con Café Milou – y al que se le podría referir como su hermano pequeño y complaciente -, donde disfrutarás de una oferta de vinos naturales y especialidades francesas al aire libre.
¡Viajen, disfruten y compartan!
Si conoces Café Milou entonces sabes de su romántica atmósfera parisina y su oferta gastronómica de inspiración francesa, y puedes imaginarte la agradable experiencia que ofrece su nuevo espacio vecino. Creada por los mismos dueños – Isabel Castillo y Thierry Chouquet – y con un menú a cargo del chef Michael Crespo, Hugo El Wine Bar es una barra de vinos naturales cuyos platillos están pensados especialmente para su maridaje.
El lugar se ubica en la colonia Roma, dentro de un establecimiento honesto y casual cuyo diseño emana perfectamente la elegancia de su propuesta. Con una larga barra tras la cual se aprecian parte de sus botellas de vino, así como una decoración minimalista en tonos fríos, es un sitio que invita al copeo despreocupado y la sobremesa prolongada. Podrás elegir entre sentarte en su interior ambientado con blues, jazz y soul, o bien en una de sus mesitas a pie de calle y al aire libre.
La carta de Hugo El Wine Bar se divide en dos: una extensa de vinos – todos naturales – y otra más pequeña de alimentos. Ambas en impecable sincronía, adaptables al apetito y a la ocasión. Si quieres entradas para compartir, pide sus calamares fritos con chiles fermentados, su tártara de res con crema de anchoa, o su coliflor con romesco y almendras; si buscas algo más sustancioso, prueba su pollo rostizado con royale de poros.
La experiencia en Hugo El Wine Bar no estaría completa sin disfrutar uno de los postres en su menú, cuyo sabor es como dar un respiro de aire fresco en medio de la ciudad. Ya sea que pruebes el sorbete de chocomenta de la heladería Cometa, su delicioso cheesecake quemado, o – el favorito – su Panna Cotta con miel y vinagre, tendrás el broche de oro más dulce y exquisito.