La colonia San Miguel Chapultepec almacena innumerables edificaciones de valor histórico y patrimonial, considerándose como una de las zonas con mayor identidad arquitectónica en la Ciudad de México. Con el paso de los años, sus calles se han convertido en espacio mediador entre lo tradicional y lo moderno, y un claro ejemplo de ello es Madereros. Se trata de un restaurante que por fuera parecería uno de los muchos – y bellísimos – edificios clásicos de la colonia, pero cuyo interior esconde un increíble diseño contemporáneo que concerta perfectamente con su propuesta de cocina a las brasas. Para saber más sobre esta joya oculta en la CDMX, sigue leyendo.
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Madereros, liderado por el Chef Mario Espinosa y el diseñador industrial Ricardo Casas, es un refugio de calidad culinaria que incorpora elementos históricos a su propuesta. Su establecimiento se ubica justo a contraesquina de la Avenida Constituyentes, antiguamente conocida como Camino Madereros debido a que era la ruta principal sobre la que se transportaba madera desde el Edo. de México hasta la CDMX; este importante suceso no sólo inspiró el nombre del restaurante, sino también su menú a las brasas y parte de su increíble decoración.
Desde fuera, Madereros se aprecia como un hermoso establecimiento de arquitectura clásica en la CDMX, con una agradable terraza de atmósfera local y mesitas al aire libre. Es su interior el que oculta un artístico espacio de diseño contemporáneo, segmentado en pequeñas áreas privadas y adornado en su totalidad con paredes rosa mexicano, una cocina abierta, grandes mesas y acabados en madera, luces modernas e ilustraciones de madereros creadas por el artista Marco Colín – inspiradas en la icónica fotografía de 1900 ‘El leñador del Estado de México’.
En palabras del Chef Espinosa – cuyo talento le ha ganado lugar en las cocinas de Pujol y Rosas & Xocolate -, Madereros es un viaje gastronómico que condensa el aprendizaje de sus 20 años de carrera profesional. Su menú abarca desayunos, comidas y cenas, tomando a la brasa como hilo conductor, pero sin limitarse a los cortes de carne en sus preparaciones.
Si visitas Madereros durante la hora de la comida, te recomendamos comenzar tu experiencia con alguna bebida de su coctelería de la casa, para que disfrutes de una refrescante tarde en uno de los espacios más bonitos de la CDMX. Como entrada de alimentos, te recomendamos pedir su pan de campiña con salsa de tomate, ajo, alioli y sierra curada. Acompáñalo de su ensalada tibia de endivias con cogollos, aderezo de queso azul y queso Grana Padano para degustar completamente el sabor de sus platillos ahumados.
Una de las características de Madereros es la variedad de proteínas disponibles en su menú, itinerante y elaborado acorde a los ingredientes de temporada. Si te gustan los productos de mar, prueba su atún a la parrilla con pipián amarillo, trocitos de panchetta y pimientos de Padrón; si asocias la parrilla con los cortes de carne, su picaña con chimichurri, puré de berenjena y vegetales a las brasas te encantará.
De postre tendrás varias opciones, todas dulces y deliciosas. Puedes pedir sus chabacanos a la brasa con crema de rancho, su sabayón de chocolate con cardamomo, o bien su torta de parmesano con helado de Stracciatella. En ocasiones, esta última la tienen disponible con helado de mascarpone, de ser el caso tendrás la suerte de probar uno de los postres más quesosos y exquisitos de la CDMX.
