Existe un espectáculo natural de grandes formaciones rocosas localizado a las afueras de Zacatlán – uno de los destinos más bonitos de Puebla y a tan solo tres horas de la CDMX –, un sitio de belleza orgánica y escenarios sorprendentes al aire libre. Hablamos del Valle de Piedras Encimadas; ya sea que lo visites para presenciar sus increíbles panoramas, aventurarte con sus actividades extremas, o pasar un día ecoturístico con la familia, tendrás una experiencia inolvidable.
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El Valle de Piedras Encimadas abarca dos mil hectáreas, de las cuales 300 son empleadas como un parque ecoturístico de actividades al aire libre, área de zoológico y zona gastronómica. Para llegar a él tendrás que viajar 25 kilómetros a las afueras de Zacatlán – popularmente conocido como Zacatlán de las manzanas –, un pequeño recorrido que valdrá la pena realizar para sorprenderse con los bellísimos escenarios naturales del sitio.
Lo que caracteriza al Valle de Piedras Encimadas son sus enormes formaciones rocosas, cuya altura de hasta 20 metros genera un verdadero espectáculo a la vista. Variedad de estudios geológicos afirman que la creación de estas piedras se debe a la erosión de piedra caliza hace 65 millones de años, y que su forma peculiar fue resultado de diversos agentes atmosféricos – lluvia, viento, humedad –.
Además de la observación de sus rocas volcánicas, algunas de las actividades disponibles en el Valle de Piedras Encimadas son los recorridos a caballo, circuitos de tirolesa, tiro con arco, ciclismo de montaña, rappel, camping y renta de cuatrimotos. No hay costo de entrada para el parque ecoturísco, por lo que se recomienda ser responsable con su medio ambiente y tomar las medidas necesarias para cuidar su espacio.
De visitar el valle, te recomendamos también dedicar por lo menos un día para conocer los demás atractivos de Zacatlán. Entre los más bonitos estás sus Cascadas ‘Salto de Quetzalapan’ y su Mirador de Cristal de la Barranca, aunque también vale la pena apreciar sus murales de mosaico y el Museo del Reloj.